Una noche no me sentía bien en mi casa y decidí salir, se lo había comentado a mis amigas, pero ese día ninguna pudo acompañarme, así que como necesitaba coger aire, no me importó y me fui sola, cogí el coche y me fui para santa cruz, necesitaba cambiar de aires, aparqué cerca del mercado de África y me puse a andar, encontré unos bares y decidí entrar en uno que tenía música animada, me senté en la mesa del fondo y pedí algo para comer y beber.
En lo que esperaba me entretuve mirando el móvil y revisando mis redes sociales totalmente ajena a lo que ocurría a mí alrededor ( no estaba yo para mucho chisme ), cuando la camarera me trajo la bebida, me dejó una nota sobre la mesa y me dijo
- esto es de parte del chico de la barra -
levanté la vista y vi un chico más o menos de mi edad que me miraba y me sonreía, que sonrisa más bonita tenía, no era un modelo, pero tenía algo que llamaba la atención, entonces cogí la nota y la leí
"- eres una diosa y mereces un trato especial, dame solo una noche para hacerte ver el Olimpo en todo su esplendor...
habitación 508
Te espero-"
al leerla no pude evitar sonreír, que cursi me pareció, pero entonces al levantar la mirada para decirle que se fuera a freír espárragos, pasó por mi lado, dejó la tarjeta de una habitación de hotel en mi mesa y sin decir ni una sola palabra se fué, sin mirar atrás, desapareció por la puerta dejándome a cuadros.
Llegó la camarera con mi pedido y desconcertada me dispuse a cenar, pero no dejaba de mirar aquella tarjeta que aún no había sido capaz de tocar, mientras comía y miraba aquella tarjeta solo podía pensar en que había pasado hacía un momento y qué iba a hacer cuando terminara de cenar.
Así que cogí la tarjeta y busqué el hotel en el móvil para saber dónde estaba, no estaba lejos, 10 minutos a pié y me la guarde en el bolsillo, me dirigí a la barra para pagar mi cena y resulta que aquel desconocido ya había pagado mi cuenta.
Salí del bar y empecé a caminar dando un largo rodeo hasta que llegue a la puerta del hotel, pensaba qué hacer, entrar, seguir caminando, dejar la llave en recepción. Finalmente decidí entrar, pero al llegar frente a la puerta 508 del hotel no me atreví a usar la llave, toque la puerta con los nudillos y no tardó en abrirse. Allí estaba él, con su pijama veraniego de dos piezas, pantalón corto y camiseta de manga corta, según abrió la puerta me dijo.
- vaya, ya pensaba que no vendrías, te lo tomaste con calma no?. Pasa por favor, estás en tu casa-
Sin decir una sola palabra, entré en la habitación y miré a mí alrededor a ver si había alguien más allí, él se percató y me dijo,
- tranquila. Estamos solos, vamos. Ponte cómoda.
Yo me senté en una silla junto a una mesa y le dije
- no se muy bien de qué va esto ni que estoy haciendo aquí, quería darte las gracias por pagar mi cuenta. Pero no es necesario. Déjame devolverte el dinero que te costó.-
El sonrió ( que sonrisa tan bonita que tenía ) y negó con la cabeza, paró mis manos que buscaban la cartera en el bolso, me miró fijamente a los ojos y me dijo,
- estás aquí por qué quieres, por voluntad propia y te puedes quedar o te puedes ir cuando quieras, pero te advierto que si te quedas lo disfrutaras como nunca en la vida, yo me encargare de eso, por cierto, me llamo pablo -
Me quitó el bolso de las manos y lo puso en la otra silla, me cogió un pie y me quitó el zapato, hizo lo mismo con el otro, me tendió la mano, me llevo hasta la cama y me dijo,
- te gustaría que te hiciera un masaje ? Soy muy bueno, te dejaré relajada, te lo aseguro, desnúdate y túmbate boca abajo en la cama -
Yo asentí, me ofreció una toalla y se fué al balcón ( imagino que lo hizo para darme privacidad ) yo me quité la ropa y la dejé junto al bolso. Me quedé con la tanga y el sujetador. Me tumbe en la cama con la toalla enrollada en mi cuerpo. Entonces entró él y sacó un bote del armario, lo dejo en la mesilla y se frotó las manos para calentarselas, y me dijo
- tengo que bajarte la toalla y desabrocharle el sujetador. Tranquila que llegaré hasta donde tú me permitas, te importa que me quite la camisa para no mancharla con el aceite?-
Yo le contesté que de acuerdo, así que me relaje, me bajó la toalla y me desabrochó el sujetador, siguió bajando la toalla hasta llegar a mí tanga, cuando vio mi tatuaje oí como decía muy bajito
-uuummmm, interesante... -
se puso el aceite en las manos y las frotó para después ponermelas en la espalda, tenía las manos suaves y delicadas, pero al mismo tiempo eran fuertes y grandes, muy varoniles.
Comenzó con el masaje y me decía cosas como que me relajara, que cerrara los ojos y no me preocupara por nada, que él se encargaría de todo, me preguntaba si estaba bien o si quería que parara y yo le decía que todo bien, continuó un buen rato con el masaje metiendo las manos bajo la toalla cuando estaba en la parte baja de mi espalda llegando incluso a tocar mi trasero, pero no me desagradó, así que no dije nada, yo me deje llevar, estaba súper relajada con el masaje, entonces pasó de mi espalda a mis piernas, empezó a subir por los gemelos y los muslos, me pidió que abriera las piernas ( aún con la toalla en mi culo ) para masajearme los muslos, sus manos llegaban hasta mis nalgas y sus dedos tocaban mis labios cada vez que llegaba hasta mi entrepierna, de vez en cuando me preguntaba si todo estaba bien ( creo que me preguntaba para confirmar que seguía despierta ) cuando terminó con la parte baja yo estaba súper mojada, el sentir sus dedos rozándome el coño me tenía deseando que me los metiera en mi vagina, pero no lo hizo, me dejó con el deseo de sentir más y me dijo
- ahora quiero que te des la vuelta porque toca masajearte por delante -
Entonces levante la cabeza y agarrándome el sujetador en mis pechos me di la vuelta colocándome bien la toalla sobre mi pelvis, pero creo que él tenía otros planes, por qué cuando se me adapto la vista a la luz y pude mirarlo, estaba únicamente con su pantalón de pijama y al parecer no llevaba ropa interior, por qué la erección que se le notaba era muy considerable. Él se acercó a mí mientras negaba con la cabeza mirándome como me agarraba el sujetador desabrochado para que no se me cayera y me dijo.
- diosa del Olimpo, te tienes que descubrir para poder seguir con el masaje, si quieres te lo hago con los ojos cerrados a tientas ( bromeó él para quitarme los nervios por descubrirme el pecho ) venga, que no me voy a asustar -
Me cogió las manos y sacó el sujetador, me colocó las manos sobre la cabeza y entonces cogió el aceite para hacer el mismo gesto de antes, empezó por mi cuello, por mis brazos, yo permanecía con los ojos cerrados, no quería mirarlo, me daba vergüenza, él continuo bajando por mi pecho centrandose en uno cada vez, siguió bajando hasta mi barriga y cada vez que pasaba de mi ombligo hacia abajo metía sus dedos bajo mi tanga, era exitante sentir la calidez de esas caricias que no llegaban hasta donde yo necesitaba que llegaran, mi cuerpo se estremecía cada vez que sus dedos rozaban mi monte de venus, deseando que llegara hasta mi clítoris, él parecia hacérmelo adrede, yo no podía contener mi necesidad de elevar la pelvis buscando que esos dedos se introdujeran en mi, tanto me moví que la toalla quedó en la cama, lo miré y lo vi mirándome directamente a los ojos sonriendo, yo le sonreí y le dije,
- lo siento pero necesito que me folles, necesito tú cercanía y necesito saciar esta sed de sexo que siento ahora mismo -
Entonces me quitó el tanga y me separo las piernas y se introdujo dentro de mi, muy despacio, con una facilidad increíble, la verdad es que estaba tan excitada que metí mi mano entre ambos buscando mi clítoris y me masturbe mientras él me penetraba una y otra vez cada vez más fuerte y más rápido, se notaba que estaba tan excitado como yo por sus fuertes embestidas y sus jadeos varoniles, hasta que no pude aguantar más y comencé a correrme con un apetito que muy pocas veces he tenido, él al oír mis gemidos y notar como contraía mis músculos vaginales no tardó mucho en correrse también casi al tiempo mío, pero mientras se corría se acercó a mí oído y me dijo entre jadeos
- Mi diosa, me encanta sentir tus fluidos, estás muy mojada y caliente y ahora tú vas a sentir los mios por qué te voy a llenar el coño de leche hasta que te escurra por los muslos, eres una diosa y me ha encantado follarte a pelo.-
Yo no supe que decir, estaba tan relajada y excitada que no me di cuenta de que no se había puesto condón, así que cuando salió de mí, fuí al baño y me lavé, al terminar me vestí, cogí mi bolso y me dirigía hacia la puerta cuando él me agarró del brazo, me dió una tarjeta y me dijo.
- aquí tienes mi teléfono, me llamarás para que te vuelva a follar -
Me estampó un beso con lengua, me soltó y sostuvo la puerta para que saliera y me fui, llegué hasta mi coche y no pare de pensar en ese hombre durante todo el camino de regreso a casa
yanira85 | 16/04/2025 12:34
Muchísimas gracias 🫂
chinese | 16/04/2025 12:54
A ver si tengo el placer de charlar contigo por privado, pareces un chica interesante