Ducha en compañía

Hacía tiempo que no compartía ducha con alguien que realmente me gustase, y sin esperarlo una noche contacté con un chico que vivía cerca del hotel dónde me hospedaba, solo iba a pasar una noche y me apetecía disfrutarla con alguien.

Llegaba de la calle muy cansado y con ganas de darme una buena ducha.Casualmente en el chat, un tío de 32, estaba dispuesto a pasar un rato agradable y con mucho morbo. Le ofrecí de venir a la habitación, pero con una condición... que se bañase conmigo.

El sin dudarlo, aceptó la invitación y en 20 minutos llegó al hotel. Fui a buscarle y la primera impresión fue muy buena, un chico agradable, definido y buena presencia. Por lo visto me comentaba que estaba viviendo nuevas experiencias con chicos ya que sólo había estado con chicas y le llamó la atención la idea, pues nunca había tenido una experiencia en la ducha con ninguno anteriormente.
Llegamos a la habitación y empezamos a morrearnos mientras nos quitábamos la ropa desesperadamente. Entramos poco a poco al baño, como habíamos acordado y allí nos esperaba la ducha, había llenado la bañera de agua calentita, estaba increíble.

Primero entré yo y el después, se puso encima mio y empezamos a morrearnos y a masturbarnos mutuamente. El agua me cubría y salpicaba cada vez que nos metíamos manos por todos lados.Se puse de pie y frente a mi pidiéndome que se la mamara, gustosamente lo hice, intentando meterla hasta el fondo y tocando mi frente con su vientre. Al rato, me hizo lo mismo a mi me levanté y bajo hasta mi polla, gozaba mamádola, parecía que llebada tiempo sin mamar. Cuando quedé agusto le hice levantar para volvernos a besar.

El no hacía más que agarrarme el culo, me lo manoseaba sin parar, hasta que me dijo que quería comermelo. Me puso de cuatro patas bajo el agua y subiendo los glúteos, de esa manera empezó abrírmelo y comermelo..no paraba de decir: ¡pedazo de culo tienes! Yo disfrutaba, lo hacía de miedo. Me iba metiendo el dedo muy suavente al principio, utilizando cremas y champú que tenía en la bañera, hasta conseguir de meterme los tres dedos, un gustazo tremendo cuando lo hacía más rapidamente.. Así siguió durante un buen rato, hasta que decidímos de corrernos, al ponernos de pie y juntandos los cuerpos.
Disfrutamos muchísimo, sin preparar nada, simplemente en una bañera, así que en cualquier lugar que desees tener una sesión de sexo, planteala a tu pareja y a disfrutar!