Aquella tarde yo tenía ganas de sexo, así que entré antes de las 7 en la peluquería de Gabi, no había nadie así que le besé y le agarré con fuerza del culo. Me siguió el juego y cerró la puerta con llave. Nos dirigimos a su despacho y nos desnudamos tan deprisa que casi me voy al suelo al tropezarme con los pantalones.
No es la primera vez que le veo a Gabi desnudo, pero sí la primera vez que me fijaba en el grosor de su polla, empecé a chuparsela mientras le salía líquido preseminal, a continuación Gabi empezó a chuparmela también haciendo un rico 69, así hasta que nos corrimos sobre su torso y yo me tumbé sobre él. Nos duchamos y salimos a cenar.
En el restaurante estuvimos hablando de como habíamos descubierto cada uno nuestra bisexualidad, nuestras experiencias con mujeres, nuestros miedos, si contarlo o no... y a quien, el miedo al rechazo, al que dirán, con la familia. Después nos fuimos a su casa, una vez allí nos desnudamos, Gabi sacó unos condones y lubricante, le enculé con suavidad y empezó a gemir mientras le follaba, cuando estábamos los dos a punto, se la saqué, me quité el condón y agarré las dos pollas con la mano y empecé a masturbarlas juntas hasta que nos corrimos, estuve un buen rato en su cama abrazado a él muy feliz. Me vestí y nos despedimos con un beso.
Días después pasé de nuevo por la peluquería y me dio un vuelco el corazón, había un cartel de "se traspasa", me acerqué a su casa y.lo mismo "se alquila", decidí entonces acercarme al bar junto a la peluquería a preguntar. Eva, la camarera, en cuanto me vio me saludo muy atenta y antes de decir yo nada, me dijo: se fue a cumplir su sueño, me dejó este sobre para ti... Lo recogí, le di las gracias y me fui al coche, lloré como un niño, cuando me repuse me fui a casa y abrí el sobre.
En el sobre había una navaja de afeitar muy bonita para arreglarme la barba, decía; también había un precioso bolígrafo de madera de faber-castell y una carta muy emotiva. Me decía que se había ido a trabajar a una gran empresa y a viajar bastante, ya tenía la decisión tomada antes de conocerme, pero me había cogido cariño y no sabía como decírmelo, lo que le había supuesto conocerme y estar este tiempo con él.
Estuve un mes deprimido, mis compañeros de trabajo preocupados, y yo sin soltar palabra. Es lo que tienen los amores de verano, bonitos, intensos y dolorosos en ocasiones. Aún mantenemos el contacto y sé que es feliz, con eso me basta.
discr-tfe | 13/04/2023 20:20
Bonitas palabras, muchas gracias