Un abogado en apuros

Quizás tengamos algunas fantasías con tener algo con algún tio referido a su profesión, sea el caso de algún policía, bombero, soldado o incluso el fontanero,  algún fetiche por su uniforme o sus utensilios de trabajo, pero en este caso me dio por conocer a un abogado y hacerlo en su despacho.Así fue todo...

Nos conocimos por un chat, aun sin saber a que se dedicaba, congeniamos del primer momento, respeto y simpatía era lo que me hacia conocer a este chico. Sus gustos de igual manera parecía que íbamos a tener buen rollo y que posiblemente podríamos llegar a algo.Me decía que estaba muy liado pero que sobre las 6 de la tarde terminaba. Un único problema era el sitio, como no podía ser menos..

La conversación subía de tono y este chico más ganas le daba de quedar. Le dije que por mi parte era muy difícil buscar un sitio. Un rato estuvo sin contestar, ya pensé que se había ido al traste el ligue, pero a los diez minutos, me dice: Podrías venir a mi despacho, pero por favor se discreto, me estoy jugando mucho y mi puesto de trabajo. En principio me asusté aunque me pudo más el morbo.
Le dije que no quería causarle ningún problema y menos de trabajo, pero  que podría ir y pasar un buen rato sin hacer mucho ruido. Me contesta que si, porque esta a tope de cachondo y con unas ganas de follar y que le follasen, se sentía en apuros.

Aceptó A las 6:15 me esperaba sentado en un banco, para vernos primero y hablar un poco. Estaba muy nervioso y hablando muy deprisa. Le dije que se tranquilizara que iba a ir todo bien. En ese momento me dice, soy abogado, y el único sitio dónde podemos hacer algo en el despacho del bufete. Ahora mismo no hay nadie, así que podemos subir y que sin que se note que hemos estado, que mi jefe me corta la cabeza!
Muy cerca estaba el piso y subimos al ascensor, allí empezamos a morrearnos muy apasionados y a la vez que nos tocábamos el paquete . Llegamos a un quinto piso, donde estaba el despacho.
Entramos, sin más volvimos a morrearnos sin parar, sin poder respirar, en medio del pasillo. Besaba muy bien, con unas ganas tremendas, estábamos muy cachondos. A la vez que nos besábamos me hizo entrar a su despacho, allí nos quitamos la ropa sin dejar de tocarnos y besarnos.

Su mesa estaba llena de papeles, algún libro y archivadores que los quitamos a un lado, y lo subí a la mesa, allí sentado empecé a chuparle su polla, no era demasiado grande y me entraba bien en la boca junto con sus huevos, estaba riquísima. El jadeaba de placer muy bajito para que los vecinos no nos escuchasen, se tumbó en la mesa; papeles y bolígrafos se caían al suelo, estábamos desatados, me subí encima suya y volvimos a besarnos mientras nos pajeábamos, me decía al oído que disfrutaba mucho haciéndolo allí, ... le respondí pues calla y disfruta. Me levanté y me senté en su silla y comenzó a chupármela, que gustazo, allí veía toda sus cosas en un caos,  pero daba igual, estábamos pasándolo muy bien y mas aún él.

Al rato, me dice: follame!.. Me levantó, cogió un condón y me llevó hacia el baño, cerró la puerta como si alguien estuviese por allí, y más morbo me daba. Empecé a chuparle sus pezones, los tenía duritos con algo de vello,  me encantaban. Estábamos muy salidos, se giró y me abrió su culo, se apoyó en el lavabo, y sin más se la empecé a meter poco a poco..
Estaba jadeando de placer, pidiéndome que se la metiera más al fondo, yo seguía sin parar, le cogí del pelo y lo giré hacia un espejo que teníamos en el baño para mirarnos como follábamos, sudábamos y apunto estaba ya para correrme dentro suya, le daba tortazos a sus hermosos glúteos, le gustaba bastante y hasta que ya no pude más...
Al correrme, le ayudé a correrse en este caso en el lavabo, nos agarramos y empezó a masturbarse más rápidamente hasta que se corrió dando un grito de placer.
Estábamos sudando y cansados de tanto disfrutar, nos abrazamos y al oído me dijo : gracias, estuvo genial!
Sin demorar más, nos limpiamos y nos vestimos. Al despedirnos me dijo: "fue el polvo más morboso que  he tenido y que nunca había estado con nadie en su despacho, ahora quedaba lo peor... recoger todo esto!".
Menos mal que se lo tomó bien, estaba todo por los suelos, nos dimos un beso de despedida y con un:
"ha sido un placer" .