La paja "necesaria"

La paja "necesaria"

La casuística masturbatoria, o tipología de la paja, es muy extensa en internet. Solo hace falta poner "tipos de paja" en el buscador Google para entrar en decenas de paginas en las que definen cada una de ellas y en las que, seguramente, en alguna ocasión todos hemos incurrido. Si embargo yo quiero hablarles de la paja por excelencia, de esa paja que se hace harto necesaria en algún momento de nuestra vida.

El ajetreo de la vida, fundamentalmente por temas laborales, en muchas ocasiones rompe nuestra rutina sexual. En ocasiones pasamos días fuera de casa, o bien con preocupaciones laborales tan ineludibles que uno no tiene ese momento íntimo para dedicárselo a sí mismo o a su pareja. Creo que muchos sabrán de lo que hablo.

Es entonces cuando un buen día llegas a casa y te das cuenta de que tienes toda una tarde libre, que el motivo de tu estrés ha desaparecido y que además de tener que ir a comprar porque la nevera está vacía, tienes tiempo para el sexo. Hallas aquí el primer dilema: ¿trato de quedar con una amiga o sigo adelante yo solo?. Personalmente escojo seguir adelante yo solo, la experiencia me dice que cuando uno está muy cargado, los resultados con una pareja suelen ser catastróficos, especialmente para ella.

Pertrechada la nevera y ordenados los enseres del hogar, decides darte una ducha. Te pones cómodo y preparas tu kit masturbatorio: toallitas húmedas y un lubricante, no hace falta que éste último sea específico para estos menesteres, basta una crema o aceite hidratante que mantenga sus propiedades deslizantes tras una reiterada fricción.

Tu imaginación empieza a volar, y es entonces cuando decides hacerte la trama argumental de la paja. Lo bueno que tiene este tipo de paja, y en realidad toda su taxonomía, es que te puedes permitir introducir actores de lujo y situaciones de ensueño. No hace falta que pienses en una modelo, personalmente no me excitan, normalmente fijas tu objetivo en una chica normal y corriente, tal como es uno mismo, pues al ser un objetivo más factible, lo hace todo más real. Lo único excepcional es que introduces situaciones morbosas y poco habituales con esa persona, al menos ese es el lujo que personalmente me permito. 

Normalmente acompañas la situación con elementos audiovisuales, el más recurrente es internet. Empleas los tags, o sea, un criterio de búsqueda dentro de una página porno. Bien sea tu musa rellenita (chubby), negrita (ebony) o madurita (MILF), empleando con habilidad esta herramienta al final la encontrarás reflejada a tu compañera virtual en alguna de las miles de escenas que se abrirán ante tus ojos.

Superado el paso anterior, con tu kit masturbatorio a mano y tu musa reflejada en un mosaico de pantallas, empieza por fin el momento deseado. Lubricas generosamente tu miembro y sacas una toallita, que pones estratégicamente dentro de tu alcance eyaculatorio, pues todos los hombres lo tenemos calibrado, excepto "disparos" anormales. La masturbación se hace muy placentera cuando realmente no tienes otro compromiso a corto plazo: juguemos entonces al "edging". Esta técnica consiste en realizar las "paradiñas", o sea, regular tu orgasmo y demorarlo lo máximo posible, pudiendo estar horas, literalmente hablando, masturbándote. Aconsejo esta técnica cuando dispones de mucho tiempo y pretendes realmente descansar después de la sesión, pues acabas francamente derrotado. Igualmente, si dispones de mucho tiempo e intimidad, aconsejo que te liberes de toda vestimenta y que te lo hagas totalmente desnudo (nada de pantalones en los tobillos, ni camiseta a medio ombligo que luego siempre termina manchándose).

Hagas o no "edging", al final todo llega. Es entonces cuando decides correrte porque en ese momento parece que te va la vida en ello. Convulsionas como un poseso, gimes y te incorporas tratando de apuntar hacia esa toallita que ya se te antoja ridícula para todo lo que va a tener que absorber y contener. Zas!!! primer latigazo, objetivo no alcanzado; fuera de la toallita!!!. Segundo latigazo alcanza parcialmente el objetivo, y solo el tercero y sucesivos suelen dar de lleno en el blanco. 

Toca la tarea de recogida residual, esa especie de amalgama viscosa que forma la toallita impregnada con tu abundante semen (el edging ocasiona copiosas y generosas lechadas). Finalizada esta última tarea, tienes la sensación de que todo el estrés lo has terminado de expulsar por tu miembro, entrándote unas ganas tremendas de descansar, de dormir plácidamente hasta el día siguiente. Solo entonces te das cuenta de que se trataba de una paja "muy necesaria".

Publicado por: scablasex
Publicado: 07/06/2015 18:43
Visto (veces): 400
Comentarios: 2
A 6 personas les gusta este blog
Comentarios (2)

dongatodiscreto | 26/08/2016 20:27

Buenísimo tratado de la paja. ¡Qué digo, buenísimo blog! Muy sincero y muy bien escrito. Enhorabuena.

discr-tfe | 08/06/2015 15:57

Jajajaja, muy bueno!

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