Las ex de tus amigos no se tocan !!

Hace unos seis mese mi amigo Juanjo, se separó de su mujer Ana, una chica de armas tomar, lo tenía todo, autoritaria, celosa, tenía a mi amigo un poco amargado, una pareja de contrastes, te amo con locura o te odio a muerte. A pesar de eso, yo siempre me llevé bien con Ana, era la mujer de mi amigo y no me meto en las relaciones de los demás.
Ana es una mujer hiper sensual, no se como explicarlo, no es un bellezón, pero tiene un algo y lo usa muy bien. Desprende erotismo y sexualidad por cada poro de su cuerpo. Morena, de pelo largo y ondulado, unos labios enormes bien perfilados, un buen culo y unos pechos que han alimentado a tres niños. Alguna vez la vi en top less, y me ponían a mil esos pechos algo caidos, con una gran aureola y unos enormes pezones. Más de una vez fantaseé con ellos. Cada vez que nos veíamos me abrazaba y se restregaba conmigo, me decía que un día me iba a hechar un polvo y me manoseaba todo delante de mi amigo, el se reía y me decía, "te coge y te mata", yo le seguía el juego, pero algo cortado. Aveces Juanjo, me contaba algún episodio sexual con Ana y me decía lo caliente que era en la cama y como se la chupaba, claro, eso alimentaba más mi fantasía.
Hacía ya como 4 meses que no la veía y ni idea de donde se había mudado tras la separación. El otro día pasando con la moto, la vi, estaba en el maletero del coche, metiendo unas cajas en la casa, le pité y se dió un susto de muerte. Al verme me dió un mamporro en el casco que casi me tira de la moto, genio y figura... anda, bájate de ahí y ayúdame con esto asi ves la casa. Iba vestida de maruja, unas cholas de hombre, un moño mal hecho, unos pantalones de chandal recortados justo a la altura del culo que dejaban adivinar la curvatura de los cachetes, llevaba una camisilla blanca de asillas y no llevaba sujetador. Sus pechos se adivinaban hermosos, se movían, marcando esos enormes pezones. Si entro te pones un sujedador, si no, no respondo, le dije, jajaja !! se giró y tras una mirada de esas de mala leche que matan, se rió y me dijo, pues no respondas, a mi me da igual, soy soltera, y se rió a carcajadas. Entré y estuvimos dando una vuelta, me enseñó la casa, cada vez que se agachaba o se movía de forma impetuosa, esos pechos me mataban. Me pone mil veces más caliente una sutil insinuación, que un desnudo integral. Esos pechos caidos, pero rellenos y esos grande y oscuros pezones. Cuando llegamos a su dormitorio, se tiró sobre la cama y me dijo, esta es tu oportunidad, jajaja y se volvió a reir con esa mirada pícara que tiene.  Lo dijo de broma, pero yo me recosté sobre su cuerpo ocupándome de que mi polla rozara lo que tenía que rozar y le besé esos labios carnosos, meti mi lengua y mordí el labio superior. Ella se rió y dijo, ehhh !! chiquito lanzado, que lo decía de broma. Me despegué un poco de ella apoyando mis brazos sobre la cama, pero con el roce de mi paquete sobre su sexo. Si quieres lo dejo, le dije. Ahora??? respondió... y una mierda, me acabas de poner enferma y hace ya mucho que nadie me pone asi, me acabas de devolver toda mi líbido de golpe, me cogió la cara y me morreó bien morreado, metía su lengua y mordía mis labios, yo restregaba mi sexo con el suyo, poco a poco fuí bajando, primero su cuello y subía de nuevo a jugar con su lengua, luego sus pechos, al principio sobre la camisa, los manoseé pellizcaba sus pezones y ella se retorcía de gusto me los comí sobre la camiseta, la dejé empapada con mi saliba, hizo un ademán de quitársela y le dije, no... eso lo hago yo luego. Seguí hacia su estómago y luego hacis su sexo. Sin quitar los pantalones, aparte hacia un lado la entrepierna y sin contemplaciones meti mi cabeza, mi boca, mi lengua y mi hambre en su coño. Se lo chupé de arriba abajo, metiendo mi lengua hasta el fondo para subir a rodear despacio su clítoris y bajar de nuevo para entrar bien adentro, me vas a matar decía. Le quité los pantalones para trabajar más cómodo cuando lo hice ella intentó tomar el control, pero de un empujón la tiré de nuevo sobre la cama, ella se dejó y abrió las piernas. Seguí un rato comiendome ese coño con el que había fantaseado hasta que me puso las manos sobre la cabeza y me dijo, si no paras, me corro, desde luego, no paré, comenzó a estremecesrse y a gemir como una loca hasta que me dijo, para, para ... jadeaba y respiraba como si hubiese corrido una maratón.
Me toca a mi, dijo, tenía cara de mala, de vicio, de zorra, bajó hasta mis pantalones y tras arrancarlos, se metió mi polla en su boca, si contemplaciones, sin juegos, sin lametones, directa hasta la garganta y comenzó a chupar desde el final, cerca de mis huevos, hasta la punta, siempre me lo habían hecho al contrario, que placer, luego mi glande, parecía que estaba comiendo un helado, parecía que acababa de salir del desierto, bajaba hasta mis huevos y me los dejaba llenos de lametones, para meterse de nuevo la polla entera hasta el fondo y de atrás hacia adelante seguía chupando y chupando. De un empujó la saque y la puse a cuatro patas, restregé mi polla con su sexo húmedo arriba y abajo y se la metí hasta el fondo, me quedé quieto y ella gemía de placer, la saqué de nuevo, para meter, esta vez sólo la punta y jugar a dentro y a fuera varias veces, para de nuevo entrar hasta el fondo, comencé a golpear y a follarla fuerte mientras tiraba de su pelo, cada vez gritaba más, luego paraba y suave, sólo con la punta, jugaba a entrar y salir de su sexo. Ella gemía como si fuese a llorar. Mientra ella estaba apoyada a cuatro patas, con una mano tiraba fuerte de su pelo, que con el descontrol, ya campaba suelto a sus anchas, tiraba de el hacia arriba y con la otra mano jugaba con sus pechos, apretándo fuerte, pellizcando los pezones y tirando de ella hacia delante o cogiendo los dos pechos a la vez. Al rato, paramos y me recosté, ella subió sobre mi y agarró mi polla para meterla de nuevo en su coño, me encantaba mirarla desde abajo, como se retorcía, con los ojos cerrados, sus pechos duros y puntiagudos bajo esa camiseta, eran la visión más erótica que he visto nunca y jugaba con ellos, por fín los liberé de es prisión y los contelmplé como se movían arriba y abajo al ritmo de su dueña, los apretaba, los chupaba y los mordía, ella a ratos despacio y a ratos poseida, galopaba sobre mi, hasta que le dije, si sigues así no tardo en correrme y ella me miró y me dijo, yo me voy contigo. En menos de diz segundos nos estremecimos a la vez, ella con unos espasmos tan fuertes que pensaba que le estaba dando un ataque, luego cayó sobre mi pecho y al rato, puso su mano en su sexo, para que no escurriese, se safó de mi polla, ya algo blanda y se recostó a mi lado. Oye, tu no tienes novia??? y se rió... Poco a poco nos fuimos calmando si decir palabra, del éxtasis y la exitación extrema, pasamos al sueño... dos horas más tardes dspertamos de nuevo... en todos los sentidos... ;-)