El pelo largo de alguien cae sobre sus hombros, alguien como quien está ahora entre sus piernas y le come ávidamente el clítoris, deslizando un dedo en sus cálidos y húmedos recovecos. Su cabeza cae hacia atrás para encontrarse con un par de suaves labios que la besan, pero cuando ella quiere devolver el besos, los labios ya se han marchado. Unas manos le acarician el pelo, otras manos los pechos, mientras tiran de la cadena que sujeta las pinzas de sus pezones y la hacen jadear de nuevo. Sus sentidos se vuelven salvajes, siente muchas manos que tocan su todo: las piernas, los brazos, el cuello, el pelo, los pechos, tocándola, explorando cada parte de su tersa anatomía. La música se hace más fuerte y ella se pierde entre tanta excitación. Una excitación tan fuerte que puede beberse, inhalarse, tocarse… sin importarle lo mas mínimo dónde está y con quién está. Continúan transportándola al extremo, llevándola al climax que tanto desea. Las manos se extienden, las piernas aún más, sus caderas se mecen, y cabalga sobre los dedos que la penetran.
Uno a uno, se van alejando. La sala ahora está callada, nota como alguien se apodera de la correa y suavemente la tira hacia abajo, fuera del taburete y hace que se apoye en el suelo sobre sus manos y sus rodillas. En contraste con la música fuerte de antes, el ambiente es ahora completamente silencioso. Nadie habla: sin susurros, sin música, nada. Kim oye el crujido de una cubitera y un suspiro, por fin alguien susurra. Alguien toma la correa y la hace pasearse en círculos por la estancia, casi como si la estuvieran exhibiendo, siente el calor ascendiendo por su cara. Estas personas la habían visto en todo su esplendor, la han tocado y la han mirado de una manera muy íntima. Sin embargo, Kim todavía se sonrojaba mientras la paseaban.
Finalmente, ella se dirigió a él, a su Amo, le pudo reconocer fácilmente por su aroma, sonríe, siente que está en un terreno familiar. Kim nota un cambio en el control de su correa. Es su Amo quien la tiene, quien la atrae hacia él, siente un golpecito en el culo animándola a que se mueva más rápido. Kim continúa, con entusiasmo, sabiendo que sea lo que sea lo que venga a continuación lo hará feliz y será emocionante para ella también. Él la lleva hacia su dura polla. "Abre la boca, tengo algo para ti." Kim se traga la polla de su Amo con hambre, su lengua la recorre con avidez, se la conoce de memoria, cada vena, cada sabor, cada pliegue de piel, se la traga hasta que sus labios tropiezan con el pubis, y allí, separa sus labios para permitir que la saliva enjugue sus testículos, sube y baja a través de su polla repitiendo el gesto una y otra vez, notando como la polla de su amo va cambiando de sabor, empieza a notar las primeras dulces gotas de placer tocando su garganta. Maestra en estas lides, su mano agarra firme y fuertemente la base de la polla de su amo mientras su lengua hace remolinos alrededor de su glande, un sordo gemido y un baño de placer le hacen saber que es su Amo está justo donde ella quería…..
En ese momento retiró su boca, deslizó su lengua por el lateral de la polla y dijo “ Gracias Amo, feliz aniversario” y continuó con su felación, sin prisas, asegurándose de no privarle del placer que estaba sintiendo. Le besaba la polla de arriba abajo, al llegar a los huevos se los lamía con devoción y pasión hasta que el empezó a gemir, la asió por los pelos y le llevó de nuevo la boca hacia su glande a punto de explotar. Ella dejó que sus dientes se deslizaran con suavidad sobre aquel falo, pero el no podía esperar mas y se la empujó hasta el fondo de la garganta de un solo movimiento y la volvió a sacar, Kim sabía que a el le encantaba notar su polla golpeando el fondo de su garganta y oír las pequeñas arcadas que le producía.
Kim movía su cabeza cada vez con mas velocidad, no le estaba comiendo la polla, se lo estaba follando con la boca! Sabía que él se correría de un momento a otro, pero él la detiene, alguien tira de su correa, le da la vuelta, la coloca de espaldas a él y suavemente apoya su torso sobre una pila de almohadones, dejándole el culo expuesto ante su ardorosa verga.
Sin casi tiempo para acomodarse a la nueva postura, le hunde su polla entre los húmedos y chorreantes labios del coño de su sierva, sale y entra de su gruta que también está a punto de explotar, los suaves jadeos se convierten en gemidos y con la respiración entrecortada le pide a su Amo permiso para correrse, no puede aguantarse mucho mas, tres embestidas mas y le dice “Córrete ahora mi esclava” sus gritos y gemidos hacen eco en la habitación y la música vuelve a sonar, sacando la polla de su chorreante coño le da la mano y la levanta, la toma en su regazo, se sientan juntos en el taburete, le retira el antifaz y las pinzas de los pezones, se funden en un abrazo mientras el le susurra
-Te quiero
- Yo también te quiero mi Amo.
gspotter | 19/10/2019 12:08
Es un placer ser leído por un perfil tan atractivo...