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| 20/09/2011 13:40 | 25 veces vista
Llevan años advirtiéndoles y enseñándoles: no es lo mismo estimular el clítoris que la vagina. Y ellas tenían razón. Pero por primera vez, se ha podido constatar y ’visualizar’ la ubicación exacta en el cerebro del placer femenino. Todo ha sido posible gracias a que 11 mujeres sanas y diestras han dejado que Barry Komisaruk, de la Universidad de Rutgers en EEUU, y su equipo ’observaran’ sus ’tocamientos’ en el laboratorio mediante el empleo de escáneres cerebrales (resonancia magnética). Los hallazgos han visto la luz en el último ’Journal of Sexual Medicine’.
En declaraciones a ELMUNDO.es el científico Komisaruk reconoce: "Hemos demostrado, por primera vez, que la estimulación de la vagina, el cuello del útero y el clítoris activa tres sitios distintos y separados en la corteza sensorial. Las tres representaciones se agrupan en la misma región de la corteza sensorial, al igual que la estimulación de los genitales de los hombres activa zonas de esta área. Para nosotros lo que sí fue una sorpresa es que la autoestimulación del pezón activa no sólo la región de la corteza sensorial que esperábamos, sino que también activa las mismas zonas que la región genital, lo que explicaría por qué algunas mujeres pueden tener orgasmos a través del tocamiento del área mamaria".
Komisaruk aclara que "algunos expertos han afirmado que en la sexualidad femenina, la principal fuente de placer la proporciona el clítoris y que este goce es relativamente menor con la estimulación vaginal o del cuello uterino. Sin embargo, nuestros hallazgos muestran que existe una fuerte activación sensorial producida por la estimulación de estas dos últimas zonas. Esta es la base para un mejor entendimiento de cómo la manipulación genital se propaga de forma secuencial a través del cerebro a partir de la activación inicial de la corteza sensorial, para ’encender’ al tiempo las regiones cerebrales que producen el orgasmo". La corteza sensorial o sistema motosensorial procesa la información a partir de las células nerviosas vinculadas a diferentes partes del cuerpo.
Manuel Desco, director de la Unidad de Medicina y Cirugía Experimental del Laboratorio de Imagen Médica del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, reconoce que "el estudio aporta un mayor detalle sobre la localización de las áreas sensoriales correspondientes a la anatomía femenina. Es curioso que, como en muchos otros campos de la Medicina, los estudios clásicamente se han hecho esencialmente por y para varones, dejando bastante de lado las peculiaridades de la anatomía y fisiología femeninas".
Para poder llevar a cabo la investigación, los investigadores desarrollaron ensayos de cinco minutos que constaban de 30 segundos de descanso, otros 30 de autoestimulación, repetidos cinco veces seguidas. La parte del estudio que hizo de grupo control consistió en solicitar a las participantes que se tocaran de forma rítmica el pulgar o un pie para establecer así puntos de referencia en la corteza sensorial.
Cómo se hizo el experimento
Para poder ’mapear’ el placer femenino, las participantes tuvieron que autoestimularse con la mano o con un vibrador cilíndrico, de 15 milímetros con movimientos rítmicos suaves o intensos en el clítoris, la pared anterior de la vagina, el cuello uterino o el pecho por separado, y al azar, en una secuencia de ensayos. Todas recibieron las instrucciones a través de unos auriculares que les permitieron estar en contacto continuo con los investigadores.
Durante el proceso de masturbación, se activaron hasta casi 30 áreas del cerebro, incluidas las que están relacionadas con el tacto, la memoria, la sensación de recompensa e, incluso, el dolor. Estos hallazgos pueden ayudar a reconocer que el orgasmo es un potente analgésico como se afirma desde hace algún tiempo.
Además el estudio de Komisaruk pone en tela de juicio la hipótesis defendida por algunos expertos que argumentan que las mujeres que obtienen placer de la estimulación vaginal "lo consiguen porque el clítoris está siendo estimulado indirectamente, pero nuestros resultados contradicen esto. Porque tal y como indica el estudio la vagina y el clítoris son fuentes directas de placer sexual, al igual que el cuello uterino, ya que estas zonas erógenas tienen sus propias terminaciones nerviosas que transportan las sensaciones a la corteza cerebral", insiste el experto estadounidense.
Los hallazgos son especialmente importantes, según su autor para las "mujeres que tienen una disminución de la respuesta sensorial a la estimulación genital, tal vez como resultado del daño del nervio o por culpa de una histerectomía (extirpación del útero), dado que podrían intensificar su respuesta genital mediante la adición de la estimulación del pecho".
Para el experto de Madrid, "resulta bastante curioso que la estimulación del pezón se acompañe de una respuesta cruzada también en áreas genitales, dado que se trata de una respuesta sensorial de muy bajo nivel. Sería más esperable que se produjeran conexiones cruzadas a niveles más elevados. Esto significa que, como se comenta en el artículo, podría haber algún mecanismo a un nivel muy bajo y la estimulación del pezón podría producir una estimulación subrogada muy directa del área genital".
Estudios en marcha
Desco opina, no obstante, que "el artículo deja pendiente la cuestión central del tema: si los orgasmos vaginales o clitoridianos tienen el mismo soporte cerebral o no. Las áreas cerebrales responsables no son las mismas que las dedicadas a la mera sensación táctil, por lo que habrá que esperar a posteriores estudios".
Barry Komisaruk adelanta que su trabajo actual está centrado en "tratar de convertir una secuencia de imágenes funcionales de resonancia magnética del cerebro, tomadas cada 2 segundos, durante la autoestimulación genital y tratar de capturar lo que sucede, durante y después del orgasmo. Tenemos la intención de presentar los primeros en la Conferencia Anual de la Sociedad para la Neurociencia que se celebrará en Washington, en noviembre. También estamos analizando la actividad cerebral de las mujeres que pueden estimular el orgasmo únicamente con el pensamiento, sin ningún tipo de estimulación física, en comparación con aquéllas que aplican la estimulación genital. Y estamos analizando la respuesta sexual de las mujeres después de realizarse una histerectomía y, en el caso de los hombres, después de la prostatectomía".