Tenerife, ni promiscua, ni depravada... lo que soy es LIBRE, de hacer con mi cuerpo con lo que yo quiera, con quien quiera, donde quiera y como quiera... Siempre con responsabilidad, con los pies en el suelo, y con las precauciones adecuadas...
Lo de promiscuidad, lo de depravación, déjaselo a todos aquellos reprimidos que sueñan oscuramente llegar a parecerse a todos nosotros.
Más besos!
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