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| 22/02/2016 14:21 | 172 veces vista
La bisexualidad dentro del ambiente swinger
Por Manuel Martínez Perdomo
La bisexualidad, al igual que dentro del contexto social en general, puede adquirir múltiples formas en el escenario del ambiente liberal. Generalmente suele observarse más un contacto frecuente entre las mujeres (ya sea solteras o emparejadas) que frecuentan el mundo swinger, ya sea por iniciativa propia o curiosidad, o como un componente más del juego erótico que han acordado con su pareja masculina.
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En un estudio de O’Neill & O’Neill (1970) cuyos participantes se constituían principalmente de gente soltera que mantenía relaciones en grupo, se descubrió que alrededor de un 60% de las mujeres interactuaban sexualmente las unas con las otras, frente a solo un 12% de los hombres. Una investigación más grande por parte de Bartell (1970) con una muestra compuesta principalmente de gente casada que estaba involucrada en el ambiente liberal tuvo resultados aproximadamente paralelos, con Bartell descubriendo que las mujeres swinger se darían frecuentemente sexo oral alrededor de un 75% de las veces, mientras que para los hombres este comportamiento solo ocurría un 1% de las veces o menos.
Fang (1976) concluyó que entre los swingers, la actividad sexual con el mismo género es particularmente extraña para los varones pero muy frecuente para las mujeres. Dixon (1984) reunió a una muestra de medio centenar de mujeres que hasta los últimos años de la treintena se habían identificado como heterosexuales y que habían mantenido relaciones sexuales con otras mujeres en el contexto del ambiente liberal; al finalizar este estudio longitudinal la proporción que fantaseaba acerca de otras mujeres durante la masturbación había aumentado de 4.5% al 61%, y todas las participantes del estudio se identificaban como bisexuales al termino del mismo frente a su anterior identidad como exclusivamente heterosexual.
En un estudio de Joan y Dwight Dixon (2001) sobre las mujeres que realizan gangbangs (encuentros sexuales donde tienen contacto sexual con una multitud de compañeros pertenecientes al sexo opuesto) un 81% se definieron como bisexuales, y un 38% de sus parejas estables dijeron tener esta misma orientación sexual. Según su hipótesis, muchas mujeres comienzan teniendo sexo con otras mujeres a instancias de sus maridos o solo por mera sociabilidad o curiosidad, pero llegan realmente a experimentar una verdadera atracción hacia el propio sexo.
En el estudio más reciente de Fernandes (2009), un 65% de las mujeres swingers se consideraban a sí mismas como bisexuales, frente a solo un 20% de los hombres dentro de la misma encuesta; en el mismo estudio al consultar los comportamientos habituales de los swingers en el dormitorio, un 51% de las mujeres encuestadas dijo tener regularmente relaciones sexuales con otras mujeres frente solo a un 8.1% de los hombres. La pregunta del estudio solo hacia referencia a las conductas habituales, es muy posible que la proporción sea mayor en las conductas de índole ocasional. Pero generalmente la actividad sexual entre mujeres ha predominado dentro del ambiente liberal en las ultimas décadas, lo que no quiere decir que no existan chicos liberales (ya sea solos o en pareja) que tengan también contacto sexual con otros chicos, pero se observan relativamente menos dentro del ambiente.
No obstante, lo que preocupa un poco es una ligera hipocresía que se puede llegar a vislumbrar en las redes sociales y de contacto que usa buena parte de la población liberal, y es la de los chicos que mienten acerca de su orientación sexual. Todo el mundo diría que en la época en la que vivimos, en pleno S.XXI con todos sus avances en materia social (aunque obviamente con sus luces y sus sombras), esta particular especie iría desapareciendo poco a poco hasta convertirse tan solo en un recuerdo. Pero no, siguen aquí, y me atrevería a decir que son incluso más abundantes que nunca.
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Son chicos que aparentemente son heterosexuales … Ya no solo fuera de su vida virtual, sino también dentro de ella. Hombres que en el perfil de las redes sociales se identifican a si mismos como heterosexuales y que incluso en su listado de preferencias excluyen a otros chicos, decantándose más por mujeres, por parejas o por personas trans*. Pero al mismo tiempo envían mensajes a otros chicos solos o piden fotos de los genitales de otros chicos solos, mientras mantienen esta identidad aparentemente heteronormativa. Las razones para esta suerte de armarización de la bisexualidad masculina en las redes de contacto varían. Algunos la ocultan para tener un mayor acceso a los contactos con parejas compuestas de un hombre y una mujer (ya que hay parejas que rechazan a los chicos solos si estos son bisexuales), otros simplemente desean experimentar y la idea de hacerlo con un chico solo no entra para nada en conflicto con su identidad heterosexual. Otros hacen de esta ocultación un fetiche, o parte de un fetiche, ya que muchos usuarios (chicos gays o bisexuales, o parejas de toda composición) sienten verdadero morbo ante la perspectiva de que un chico aparentemente heterosexual quiera probar con ellos.
El caso es que es un tipo de perfil bastante común, y si bien no puedo decir nada en contra acerca de ello ya que forma parte de la diversidad inherente al mundo swinger y ha de ser respetada como tal, como activista bisexual que uno es no deja de ser una fuente de honda preocupación al ser una permanencia en el armario considerada como aceptable. Las chicas con una orientación bisexual tienden a ser más sinceras y a tener menos restricciones con respecto a su verdadera orientación. No obstante, y a pesar de lo que se pudiera pensar, la muestra recogida por Fernandes (2009) desmiente que los hombres swingers prefieran los tríos de dos mujeres y un hombre a aquellos de dos hombres y una mujer; según parece el 55.7% de los varones encuestados dijo tener regularmente el segundo tipo de trío frente a un 42.2% que dijo tener regularmente el primero (en las mujeres, ambos tipos de trio eran prácticamente igual de frecuentes). Es decir, el hecho de que la mayoría de los swingers varones se identifiquen como heterosexuales no es necesariamente una indicación de que sientan incomodidad a la hora de hacer un trio entre dos hombres y una mujer, como demuestran una y otra vez encuestas en foros angloparlantes como SwingersBoard.