Morgana´s fantasies... ¿o serán realidad? / 120

- | 08/10/2011 11:58 | 1591 veces vista
¿Fantasía o realidad?... Puedes imaginar absolutamente lo que quieras. Léelos, disfrútalos, imagínalos... Haz con ellos lo que quieras...



PD: Intentaré ponerlos con asiduidad, pero hay otras obligaciones en mi vida... Espero que lo entiendan.
Respuestas (144)
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morgana2 | 18/11/2011 21:33
York, tengo raja... eso sí
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yorkluni | 18/11/2011 21:36
jajajaajajaja jajajaajajaja Nu se, a mi me da por pensar que eres un tio camuflado, porque mucho hablar y contar historias, pero luego no quedas a tomar un cafe nunca, que casualidad

A ver morgui ? tu que es lo que quieres ? jajaajajajaja jajaajajaja jajajajaja
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morgana2 | 18/11/2011 21:41
Jajajaja contigo sí que no quiero nada de nada... Yorky. Y no quedo contigo, porque eres un perfil falso. Seguro que eres un pajillero casado...
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buxton | 20/11/2011 11:31
bufff, menuda ultima historia... eso si que es un rapidito en toda regla... pero de calidad
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morgana2 | 12/02/2012 14:23
Te vi llegar corriendo, en medio de la gente que iba de fiesta. Llegabas tarde (pueblo pequeño, grandes fiestas, pocos aparcamientos) pero con una sonrisa en la cara. Me encantó cómo me abrazaste, cómo me diste un par de besos… Como si hiciera siglos que nos conociéramos.

No era normal tener una “cita liberal” en una verbena, pero me pareció la mejor manera de conocer a aquella voz tan bonita. Hasta ese momento sólo habíamos cruzado un par de mensajes, y alguna llamada de teléfono, pero tenía la combinación perfecta de educación, saber estar y misterio. Quería que me viera en mi ambiente, rodeada de gente que me conocía, que viera que era una chica normal, a la que le gusta el morbo… Estar rodeados de gente y nosotros hablando de sexo…uff!!!

La música, la gente divirtiéndose, los chiringuitos… el ambiente estaba perfecto. Risas, complicidad, miradas, algún roce… Sólo hizo falta una mirada para que se me encendieran todas las alarmas. ¿Qué tenían aquellos ojos marrones que me taladraban en medio de tanta gente? Quería tocarlo más, que se diera cuenta de que sí, de que estaba dispuesta para él… Pero no quise precipitarme. “Espera”, me dije, el momento llegará.

Y el momento llegó. Mientas me acompañaba a casa a buscar algo… Me pasó la mano por la cintura, me atrajo hacia él. Dulce, cariñoso, sin ir más allá pero diciéndomelo todo. Mientras caminábamos yo tenía una sensación extraña. No quería que me soltara, pero al mismo tiempo pensaba: Dios! Me está viendo medio pueblo! Pero también me gustaba la sensación de que nadie supiera nada de él. Sólo yo sabía por qué estaba allí, y para qué… Y eso hacía que me mojara completa.

Me esperó en el portal, en la penumbra, mientras yo subía. Y cuando bajé la escalera, momento de duda, de sí pero no… Allí, a oscuras, nos besamos. Qué boca!!! Combinación perfecta de lengua, de labios, de caricia… yo quería más! Llevaba toda la noche deseándolo, deseando que me tocara, y cuando por fin lo hizo, pensé que me iba a derretir allí mismo.
Nos fuimos a su coche, necesitábamos más… Como cualquier pareja de adolescentes, nos fuimos a un sitio oscuro, aparcamos y nos fuimos al asiento de atrás. Se veía perfectamente, había una luna llena espectacular. Ví sus ojos de deseo, de sorpresa… Y yo desabrochándole el pantalón. Quería tocarle la polla, sentir si la tenía dura por mí.

Y vaya si la tenía dura!!! Me moría por metérmela en la boca, por disfrutar de su sabor, por hacerle sentir lo mucho que lo deseaba… Las palabras ya no hacían falta. Él sentado en el sillón de atrás del coche, yo en medio de sus piernas con su polla en mi boca. Gemía y me agarraba la cabeza… Pero lo hice con tranquilidad, ahora con la boca, luego con la mano… toda mojada. Haciéndole sentir que conmigo podría disfrutar todo el tiempo que quisiera.

Y vaya si disfrutó. Se corrió en mi boca y yo disfrutando más que él. Me encantó su sabor. Cuando tragaba su semen pensaba que ese era un momento perfecto… Y yo quería más.

Esa noche quedó así, como un preludio de lo que podía ser en una cama… Y mereció la pena la espera. Al día siguiente nos vimos en un sitio maravilloso… un hotel rural en medio de la nada. Pero eso es otra historia, que les contaré en su momento…
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bradpito | 12/02/2012 17:34
ya es otro momento...
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morgana2 | 12/02/2012 20:52
Jejejejeje, sí, ya es otro momento... Lo estoy preparando
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bfermen | 13/02/2012 10:33
bradpito | 12.02.2012. - 17:34:05

ya es otro momento...


Narratofilia: La persona se excita con la lectura, frente a su pareja, de relatos eróticos.
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chicabunbury | 13/02/2012 10:40
Narratofilia: La persona se excita con la lectura, frente a su pareja, de relatos eróticos.

Pues a mi excita sin tener a mi pareja cerca... ¿Padezco igualmente de Narratofilia doctor??
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morgana2 | 13/02/2012 22:19
HOTEL RURAL 1


Estaba muerta de sueño. La noche anterior había estado con él hasta las 6 de la mañana, metidos en un coche, comiéndonos la boca como si no hubiera mañana. Bueno, no sólo la boca. Me pasé más de hora y media comiéndole la polla y disfrutando de sus gemidos… No sabía si volvería a verlo, pero todavía sentía su sabor en mi boca, y estaba deseando volver a tenerlo frente a mí.

Domingo, mucho sol, compromisos familiares y una cita al otro lado de la isla a la que no podía faltar… Qué mala gana! No tenía ganas de hacerme 150 km. para conocer a un chico que no me atraía mucho… Pero soy de las que cumplen con sus compromisos, y no me quedó más remedio que coger el coche e ir a verlo.

A medio camino, suena el teléfono. Era él, el chico de la noche anterior, el del coche… Y yo que pensaba que no iba a volver a llamarme.
- Hola! ¿Cómo estás?
- Bien, voy camino del sur. Tengo una cita… ¿Y tú?
- Pues yo me he venido al centro, a un hotel rural precioso… ¿Quieres conocerlo?
- Me encantaría, pero no sé si me dará tiempo… No sé a qué hora voy a terminar.
- Da igual la hora. Te estaré esperando.
- Ok, será un placer. Te aviso cuando salga del sur.

La conversación fue corta, pero me dejó totalmente mojada… Ya estaba viéndome en la habitación de aquel hotel con él. Tranquilos. Sin estrecheces. Sin luces de coches a nuestro alrededor…

Durante todo el camino, no se me quitaba de la cabeza la imagen del interior del coche, de la cara de placer de mi amigo mientras se la comía. Casi sin darme cuenta llegué al sur de la isla, a verme con A., un chico al que había conocido hacía un par de semanas, y que estaba empeñado en pasar una tarde en el spa conmigo. Allí estaba él, puntual, esperándome en la puerta.

Desde que llegué y le miré a la cara, me di cuenta de que con aquel chico no iba a haber nada más que un ratito de charla. Su mirada no me transmitía y nada más llegar, ya estaba deseando irme. Pero me propuse darle una oportunidad. Entré al spa y me dispuse a disfrutar… 5 minutos de charla dentro del jacuzzi, y ya me estaba diciendo que estaba deseando encontrar a una chica para tener hijos. Dios!!! Quiero salir de aquí!!!

Con toda la prisa que pude darme, me hice todo el circuito del agua para poder marcharme lo antes posible. Pero A. se empeñó en ir a la sala de relax. Aquello me dio un poco de mala espina, pero le acompañé. Durante toda la tarde no hacía otra cosa más que hablarme de futuro, de casarse, de hijos… Ya no sabía dónde meterme. Y en un descuido va y me planta un beso. No es que me desagradara, pero me dio la medida para darme cuenta de que con aquel chico no iba ninguna parte, y mucho menos a la cama.

Esa fue la excusa perfecta para marcharme. Que se había pasado, que yo no le había dado esas confianzas… Así que me fui al vestuario, me di una ducha y me vestí. No veía la hora de irme al coche…
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morgana2 | 13/02/2012 22:22
HOTEL RURAL 2


Una despedida corta con A. y la promesa por su parte de que si le concedía otra cita, no iba a intentar besarme… Educadamente le dije que no. Que no era lo que yo buscaba. No sé si le hizo mucha gracia pero preferí dejar las cosas como estaban…

Por fin estaba en el coche! Deseando llegar a la puerta de ese hotel. Allí me estaba esperando él, con su gran sonrisa. Entramos al patio interior. Era una maravilla. Sólo había una pareja más en el jardín, disfrutando de la buena temperatura… Las habitaciones estaban alrededor. Eran pocas. Era como una casa familiar donde todo el mundo se conocía.

Mientras caminábamos hacia la puerta de la habitación, me rodeaba la cintura con su brazo. Cálido y con el toque justo para empezar a sentir el deseo. El cuarto era muy normal. La típica habitación canaria de principios del siglo XX. Dos camas de madera que crujían, un escritorio, un armario… y un gran baño.

Dios qué ganas de besarlo que tenía! Casi no pude esperar a cerrar la puerta. Los besos eran urgentes, muy húmedos, con todo el deseo que la noche anterior no habíamos podido saciar. Sus manos me recorrían todo el cuerpo. Las nalgas, la cintura, el cuello, la cara… toda yo era suya en ese momento. Me fui quitando la ropa como pude y lo empujé hacia la cama. Quería tenerlo sólo para mí. Desnudo, duro… toda en mi boca. La cama crujía con nuestro peso, con mi vaivén mientras recorría su polla de arriba abajo. Mojándola entera, saboreándola, toqueteándola con mi lengua… Me encantaba su cara de placer mientras le comía. Yo le miraba a los ojos, quería que supiera cuánto placer estaba sintiendo yo al hacerlo. Quería que notara que sí, que era sexo, pero un sexo diferente… que yo era diferente.

Cada vez le comía más rápido, quería que estallara en mi boca… Y lo hizo. Y su gemido me llegó hasta lo más hondo. Todavía recuerdo el escalofrío que me recorrió al sentir su placer en mi boca.

Ya había terminado de temblar, pero yo seguía chupando, lamiendo, pasando la lengua… Y él seguía duro. No podía desaprovechar la oportunidad de sentarme encima y sentirlo dentro de mí. Me quité las bragas mientras él se ponía un preservativo. Ufff!! Tenía el tamaño perfecto. Justo para que yo la sintiera toda, para que me llenara…

Arriba, abajo, despacio, sintiendo, disfrutando, gemido tras gemido… La cama seguía quejándose pero a nosotros nos daba igual que la pareja del patio se enterara de lo que estábamos haciendo. Creo que en el fondo queríamos que lo supieran.

Cuando él ya no pudo más, le quité el preservativo y volví a metérmela en la boca. No me gusta especialmente el sabor a preservativo, pero esa tarde toda yo era sexo, y me dio igual. Sólo quería seguir sintiendo. Otro orgasmo, más temblores, más semen en mi garganta….

Terminamos cansados, mirándonos, acariciándonos durante mucho tiempo… Hablando de nosotros, de la gente liberal, de la casualidad de habernos encontrado en una página de contactos en la que apenas entraba gente…
El tiempo pasaba y tenía que irme. Se hacía de noche y trabajaba al día siguiente. Pero todavía quedaba tiempo para una ducha… juntos.
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morgana2 | 13/02/2012 22:23
HOTEL RURAL 3


El baño era enorme. La zona de la ducha era como una especie de habitación en alto… cabíamos los dos perfectamente y sobraba mucho sitio. Abrimos el agua caliente y dejamos que nos acariciara todo el cuerpo. Fue como si nos despertara los sentidos. Queríamos más. Yo quería más.

Dejé que me enjabonara. Sentía sus manos recorrerme el cuerpo, entreteniéndose en mis pechos, en mis nalgas, en mi sexo… Me hizo darme la vuelta, y apoyar las manos en la pared. Allí, de pie, mientras el agua nos caía encima, empezó a meterme los dedos, muy despacio, como queriendo acariciarme por dentro. Yo me inclinaba más y más, deseando abrirme entera para él… Mientras sus dedos jugaban conmigo, yo empecé a tocarme, muy despacio. Estaba caliente, mucho… quería correrme así, mientras el agua caía, con sus dedos dentro de mí, mientras me susurraba lo bonita que estaba con el cuerpo mojado y llena de deseo.

Hacía mucho tiempo que no tenía un orgasmo tan intenso como aquel. Largo y maravilloso. Me sorprendió a mí misma lo fácil que consiguió que me corriera… Tenía unas manos mágicas. Las piernas casi no me sostenían mientras me corría… Apenas tuve fuerzas para darme la vuelta y mirarlo a los ojos… y darle un beso tierno, dulce.

Todavía tardé un rato más en irme de aquella habitación. Pero me costó mucho hacerlo… Cuando nos despedíamos en el parking, al ver su cara bajo la luz de la luna, supe que no iba a ser la última vez… Y no lo fue.
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bradpito | 15/02/2012 23:42
como molan los relatos de la morgan... el problema es el bulto posterior..
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bisexsur | 16/02/2012 01:10
ya t digo tio, acaba uno malito d verdad... morgana eres la bomba!!!
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follarines | 21/02/2012 16:25
ay bimadre!!! ke alguien nos resuma tanta historia por favor, ke yo me perdí cuando morgana relataba una warreria en su segunda historia! jajajaaja, besos wapisima !
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ivantf75 | 22/02/2012 00:58
Hay una época de tu vida en la que piensas que cada día al llegar a casa, con tu pareja, vas a comértela a besos y que no vas a poder evitar el hacerle el amor todas las noches. Es una época de tu vida en la que piensas, y en muchas ocasiones piensas mal. Luego por uno u otro motivo eso no es así. Si fuera por uno u otro quizás no sería problema, pero es que cuando no son esos dos hay más. Finalmente te encuentras en la cama, acostado con ella a tu lado, tumbada de medio lado mirando hacia el exterior de la cama, y sientes ese cuerpo cálido que te da la espalda en la oscuridad.

A mí me gusta dejar que entre la luz en el dormitorio, a través de la persiana, procedente de una farola situada frente a mi casa. Yo busco el contacto físico, abrazando mi cuerpo al suyo, acoplándome a ella e introduciendo mi mano bajo su pijama para agarrarme a sus pechos. Normalmente no me gusta dormir con la nariz enredada en sus cabellos porque me hace cosquillas, pero, ¿y si fueras tú la que estuviera a mi lado?
El aroma de tu perfume emana de tu pelo y asalta mi cuerpo. Mi adrenalina se dispara, se dilatan mis pupilas, se me acelera el pulso y realizo una aspiración profunda. No quiero que se escape nada de ti. Te siento inflando mis pulmones, activando todos mis sentidos. La boca se me hace agua, mi apetito es voraz y me empuja probar tu carne. Ayudado por mi nariz aparto los pelos de tu nuca haciéndome un hueco en ella, lo hago mientras te respiro, y allí está tu nuca. Con la tonalidad morena propia de la penumbra, apetitosa. Acaricio tu nuca con mi nariz y me acomodo, la beso, la pruebo con mi lengua húmeda, la capturo con mis labios y la saboreo. Tu cuerpo reacciona también de manera inmediata, la carne se toma pone de gallina, tu columna se arquea empujando tu culo contra mi polla, tus brazos se elevan buscando mi rostro con tus manos, y tus pezones se endurecen.
Mis manos despiertan de su letargo, ahora son conscientes de que se aferran a tus pechos, y curiosas lo exploran, jugando con tus pezones duros como piedras. Antes de que puedas atrapar mi cabeza aprovecho para lamer todas y cada una de tus cervicales. Se te escapa un mmmmmmm gutural que me pone a cien, mi polla empalmada estira la tela de mi pijama y se clava en tus nalgas. Tu cuerpo se retuerce y te giras buscando mis labios y aparece tu cara, bella como sólo tú puedes ser. Con esa sonrisa que enciende tu rostro e ilumina toda la estancia. Nos unimos en un beso apasionado y pruebo el dulce néctar que brota de tus labios, es la esencia que destila tu cuerpo la que se funde con mi lengua cuando se introduce en tu boca. Me encanta besarte. Me gusta repasar el contorno de tus labios con mi lengua, mordisqueárlos, y comerte la boca con ansia.
Tu cuerpo yace junto a mí, ya quedas boca arriba y yo recostado sobre ti, besándote mientras sobo tus pechos. Tus pechos se marcan poderosos en el pijama y observo la silueta de tu figura aún vestida. Me sumerjo nuevamente en tu cabellera alcanzando tu cuello. Sé que eres vulnerable cuando tu cuello queda expuesto y el vampiro que habita en mí se revela. Cuando te como el cuello tu cuerpo reacciona como un resorte girando hacia mí, aprisionando mi cabeza entre la tuya y la cama. Pretendes de esa forma limitar mis movimientos por si te hago cosquillas al devorar tu cuello. Me gusta oírte gemir mientras me deleito con tus carnes.
Mi mano encuentra hueco en el pijama y alcanzo tus nalgas. Mmmm me gusta abarcarlos con firmeza con mi mano abierta, recorriéndolos hasta el muslo. Tiro de tu muslo hacia arriba y lo sitúo sobre mi cadera. Mi pierna queda libre de moverse entre las tuyas, y mi muslo busca tu sexo, para frotarlo mientras te sigo comiendo el cuello.
No alcanzo a imaginar la sensación que te provoca mi muslo frotando tu coño, pero debe ser de lo más placentero. Alguna de mis amantes se aferraron a mi muslo en el pasado, restregando con ganas su sexo contra mi pierna hasta correrse. Pero eso fue piel con piel, y nosotros aún conservamos nuestras prendas de dormir. En tanto te masajeo con el muslo notas que mi polla dura golpea tu vientre, así que la liberas de su encierro. La palpas con tu mano tanteando su tamaño, es grande y está dura. La piel de mi polla es suave, mi piel cede a tus movimientos y me pajeas lentamente, siempre imaginando lo que sería sentirla dentro de ti. Mi muslo es tan travieso que no puedes evitar morderme en el hombro. Por un lado quieres que te frote hasta correrte porque te gusta la situación, pero por otro quieres más, y en tu indecisión me muerdes.
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ivantf75 | 22/02/2012 01:01
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Tu cuello se abre paso a través del canalillo hasta caer en tus pechos. Mi boca sigue que se hace agua, y tus pechos son tan carnosos. Su aroma me excita, no sé si serán recuerdo de bebé pero aquél aroma me puede, y el sabor me embeleza. Qué delicia lamer tus pezones, pillarlos entre mis dedos cuando aún estás masturbando mi polla. Me alzo sobre ti y quedas tumbada esperando más. Mis labios bajan por tu estómago rumbo a tu ombligo, saboreando la piel que marca el camino. Mmmmm Llego a ese oasis recuerdo de tu nacimiento, que es parada obligada, y disfruto haciéndote reír. Te arranco unas risas mientras te beso el abdomen con delicadeza. Tienes el sentimiento tan a flor de piel que mi respiración sobre tus poros te hacen cosquillas. Sabes que seguiré bajando, y eso te pone cachonda. Tú no dices nada pero ya te pones cómoda para disfrutar de lo que viene, subes tus abrazos y agarras las almohadas. Tus piernas se abren para acogerme, pero así va a ser que no. Me incorporo y me desnudo, y te invito a hacer lo mismo. Nos despojamos de todas las prendas y rápidamente recuperas tu posición, nadie te saca de la mente que ahora toca comerse el postre.
Me encanta ver tu cuerpo desnudo a poca luz, con las sombras y las tonalidades tan curiosas que se forman. Donde incide la luz brilla tu piel sudorosa, y donde la claridad no alcanza se refleja tu mirada y tu sonrisa, expectantes, lujuriosas. Tú te mantienes a la espera de que te coma pero yo, sin embargo, juego con tus deseos, acariciando tu piel, recorriendo todo tu cuerpo desnudo con las yemas de mis dedos. Tus brazos, tus hombros, tus pechos, tu vientre, tus muslos y piernas, las recorro esquivando tu sexo. Tu cuerpo se contonea como si al moverse pudiera alterar mi ruta para que acabara en tu sexo, pero yo sigo jugando, espero una señal.
No te gusta claudicar, así que no me pides que te coma, sino que aguantas y disfrutas de mis caricias durante la espera. No tardé en ver la señal, tu coño brillaba de lo mojada que estabas. Ufff Tus feromonas se apoderan de nuestro dormitorio, y yo me rindo ante tu sexo. Mmmm qué rico, qué sabroso. Tu chocho es un panal de rica miel, que más allá de empalagarme me engolosina. En el sexo hay practicas que no siempre las realizas por placer propio sino por tu pareja, pero tu coño es delicioso, me pasaría la noche entera degustándolo. Sé que cada bajo pliegue se halla una sensación única, así que las busco y las enciendo con la punta de mi lengua. Tu clítoris está hinchado y responde mejor a una lamida larga y suave. Todos mis movimientos son lentos, delicados y con la pausa apropiada que requiere el momento.
¡Cómo jadeas! La noche es larga, no tengo prisa alguna, tus jadeos mantienen mi pene erecto, tus fluidos alimentan mi apetito, así que podemos prolongarlo todo lo que tú desees. Por momentos veo que te vienes, pero entonces te lamo los muslos, y te relajo con mi voz. “Espera, quiero que sigas disfrutando”. Sabes bien cómo me gusta comerte y que no se me escapa nada, mi lengua explora tu vagina mientras te acaricio, y cuando me sacio de ella me aproximo a tu culito. Tu culito es tímido, se hace de rogar, pero lo robo la timidez a besos, a lametones. Está tan empapado tu coño que tu culo no tarda nada en calentarse, en mojarse y abrirse ante mí como una almeja. Creo que te gusta sentir mi lengua entrando en tu culo mientras te froto, no sé si es por el morbo o porque realmente sientes placer con el roce, pero sería de locos no seguir, quiero que sigas jadeando, quiero que goces conmigo.
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ivantf75 | 22/02/2012 01:02
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Pasado un rato estoy tan absorto en lo que hago que mi pene pierde fuerza, y cuando lo percibes lo afrontas con decisión, como si te retasen. Te incorporas y me acuestas boca arriba, tan sólo de ver la energía con la que me tumbas ya se me está poniendo dura otra vez. La sujetas y comienzas a lamerla, la introduces y sientes cómo va aumentando de tamaño. Se endurece mientras la chupas, así como a ti te gusta. Te pone verla así, erecta y tuya, suave pero firme. La lames y la chupas en toda su extensión a la vez que me masturbas.
Me encanta sentir el roce de tu lengua con mi glande, me gusta mucho cómo me la chupas, y mientras lo haces a cuatro patas frente a mi no puedo evitar frotarte el coño con la pierna. Se estás mojando todo, y salpicas las sábanas de lo excitada que estás. Yo sé que me la estás comiendo por mí, y como no quiero que te enfríes te lo digo:“quiero que me folles ahora, fóllame”.
Es muy de tíos decir las tías que se han follado, lo cual siempre me ha parecido una tontería, a mí que más de da a quién se ha tirado otro, pero de tener que contabilizar algo me gustaría las tías que me han follado a mí. Me gusta que una tía agarre mi polla y diga “esto es mío” y me la destroce, que se ponga encima y tome el control de mi cuerpo.
Y allí estás tú, mirándome y dispuesta a todo, precalentando un poco más tu coño con tu mano mientras tomas posiciones sobre mí. Te enfundas mi pene en tu vagina y te sientas como una amazona que acaba de subirse a su montura. Sé que está mal pensar en algo que no seas tú en este momento, pero es que tengo la necesidad de decirlo. Hay una escena de una película que me vuelve loco siempre que la veo, es una escena de“El nombre de la rosa”, cuando una aldeana agarra al joven Adso, el ingenuo aprendiz de monje, y se lo folla con ganas ante la mirada incrédula del chico.


Estás encima de mi polla abierta a horcajadas, con las piernas flexionadas hacia atrás y tienes el control absoluto de la situación. Resumas tanto que se me empapan los huevos y el abdomen, y que se me moje el abdomen te viene genial, porque lo que en realidad lo que quieres es frotar tu coño contra mí mientras te entierras bien mi polla. Empujas tu clítoris hacia mi vientre y comienzas a cabalgar, balanceando tu cuerpo hacia delante y atrás. Mi polla está muy dura, pero es lo suficientemente flexible en su base para acomodarse a tus movimientos. Me cómo me cabalgas, arrastrando tu coño sobre mí, mojándome más y más, jadeando, buscando con tu mirada mi expresión de placer en la penumbra.

Quién se acuerda ya de si tenemos o no vecinos, o de si la cama pega o no contra la pared, tú estás a lo que estás y a mí me encanta. Soy tu presa, me usas a tu antojo y disfruto con todo lo que me haces, pero quiero participar de forma más activa. Estás tan mojada que no tengo problema en lubricar mis dedos y ponerme a jugar con tu culito. Lo voy dilatando suavemente mientras tú sigues deslizando tu clítoris sobre mí. No te meto los dedos, sino que los dejo duros para que seas tú con la fuerza de tu balanceo la que los introduzca. No sé qué sentirás cuando al tirar para delante encuentres la resistencia de mi polla dura y al tirar para atrás te claves mis dedos en tu culito. Supongo que te llenará de placer. Sólo necesito una mano para penetrarte el culito, y la otra me queda libre para acariciarte los pechos. Tus movimientos son enérgicos, suaves y rítmicos, así que sé el punto exacto en el que debo elevar mi polla para que se te clave bien adentro. A veces dejo tus pechos para acariciar tus labios mientras jadeas, pero al verlos venir comienzas a chuparlos ahogando el sonido que emites, y como prefiero escucharte vuelvo a jugar con tus pechos.

Nuestros cuerpos sudorosos se funden en armonía y te deslizas con una facilidad que me transporta, estoy en el paraíso. Siento cómo tus uñas comienzan a clavarse en mi piel, no creo que tardes en correrte, y eso me pone, me pone tanto verte cómo jadeas y cómo te frotas que cualquier detalle por minúsculo que sea hará que me corra. Y ese detalle llega en forma de orgasmo, cesa tu movimiento, y dejas caer todo tu peso sobre tu pene, te encanta sentirla muy adentro cuando te corres. Yo no puedo evitarlo y estallo también llenándote de semen.

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ivantf75 | 22/02/2012 01:10

Espero no haberme pasado en la extensión de relato. Hace un mes quedé con una amiga, yo le decía que ella era multiorgásmica y ella me decia que no, así que nos pusimos a follar, a las dos horas, cuando ella se había corrido más de treinta veces volví a preguntarle si seguía pensando que no era multiorgásmica y su respuesta fue simple, volvió a correrse.

Un amigo me preguntaba si es que tenia una polla mágica y yo le dije q no, que el secreto no reside en los genitales sino en nuestro organo sexual, en la mente.



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yyokkesse | 24/02/2012 22:45
Morgi va por ti, no se si estare a la altura. Ya me comentaras.

De esto hace aproximadamente 12 años... Tengo un amigo que tenía una hermana, ya estaba casada y con un hijo, ella no era muy bonita de cara, pero tenía un cuerpo increíblemente perfecto... era un poco bajita, pechos medianos, culo grande pero bien redondito, perecía que estaba hecho con un pincel.
Yo, siempre iba a su casa y la molestaba. Un día estaba pensando cómo hacer para hablar con ella y ver que mas podría salir de todo esto...
Estaba trabajando ese día y en la hora del almuerzo me decidí a llamarla, sabiendo que su marido y mi amigo no estaban en la casa. Entonces me decidí y la llame y muy serio, fui directo al grano... la conversación fue así:
- Hola
- Hola mi hermano no está…
- No llame para hablar con tu hermano sino contigo...
- Si y ¿de qué?
- De cuando puedo pasar por tu casa y follarte...
Ella se quedo callada por unos momentos y por mi mente solo pasaba... “estás loco ya se enfado, la cague... ”
Entonces me dijo :
- ¿Estás jugando? ¿No hablas en serio? ¿Verdad?
Ya lo había dicho y no me podía echar atrás… así que le dije:
- No estoy jugando ni tengo tiempo para explicaciones solo quiero saber cuándo puedo pasar y follarte como la puta que eres y como siempre has querido que te follen. A esto y para mi sorpresa me contesta:
- ¿Cuando vienes?, mi marido se va a las 2:30 y mi hermano no viene hasta las 7:00
- Yo salgo a las 4 y paso por tu casa, ahora estoy trabajando y sudado pero paso, te follare y luego me voy...

- Ok me vas a cumplir un sueño... me respondió ella
- Ponte la falda negra que me encanta tanto... no te pongas braguitas para no tener que quitartelas...
en ese momento también le dije
- Mira a ver lo que vas hacer con los niños, pienso pasar, sentarme en el sofá sacarme mi polla y que te sientes encima de ella y te la claves como una puta guarra... ¿vale?
No espere que me respondiera y colgué.
… Me encanto poder llamarla y en 5 minutos hablarle así a una mujer que sabía que estaba esperándome para que se la clavara.

Estuve el resto del día pensando que iba a hacer y muy excitado por todo lo que había dicho...

Llego la hora de salida y me dirigí a su casa... cuando llegue estaba con su falda negra y una blusa blanca, sin sujetador y sus pechos se salían por la blusa... Yo, la verdad no sabía qué hacer, pero sabía que tenía que hacer algo... los sobrinos de ella estaban jugando con su hijo y era normal que me vieran ahí. Yo entre y fui donde estaba ella, me pare por detrás y le cogí sus nalgas, quería saber si me había obedecido y no se puso braguitas, cuando metí mi mano, vi que no las tenía puestas. Ella le dijo a los niños que se fueran para el cuarto a jugar y ellos se fueron.
Me cogió de la mano y me llevo a la cocina y de golpe me puso contra la pared, me saco mi pene y sin decir nada me comenzó a dar una de las mamadas más ricas que he recibido en mi vida... Ella parecía una becerra mamando y mamando no quería parar, lo mamaba lo sacaba, me lamia mis bolas, todo tan rápido que yo solo podía gemir de placer, me cogió de sorpresa y me dijo quiero probar tu leche y no voy a dejar de mamar hasta que la tenga en mi boca ... yo quería pensar en otra cosa para no correrme y aguante lo mas que pude hasta que ella saco mi pene de su boca, ¡córrete! exclamo y en ese momento explote, ella recogía la leche que me salía ... le cayó en toda su cara en sus piernas, ropa en todos lados, mientras mas leche salía mas fuerte me la chupaba, fue increíble ... Entonces limpió toda la leche con su lengua, hasta una gota que cayó en el suelo, le paso el dedo y se lo metió en su boca.

Luego se puso a cuatro patas, se levantó su falda y me dijo ¿esto es lo que quieres clavar? Mi pene, en segundos se puso durísimo, para mi sorpresa ella se rasuraba la vagina así que tenía un sexo precioso, limpio suave y bien mojado... la verdad no se lo pude mirar mucho, me puse de rodillas y se la metí, y guau! que sensación, su vagina estaba tan caliente y mojada, mientras más le daba mas se abría, ella gemía y me decía: asi quieres a tu puta.
Y le dije quiero una puta sucia... ella se agacho hasta el suelo y comenzó a lamerlo... Entonces me dijo: soy tu esclava guarra!
Yo me volví a correr, esta vez bien dentro de ella, llenándole su sexo de leche... cuando terminé me pare y le dije límpialo, y ella de rodillas me limpio el pene con su boca... fue rico...

Se paro y me beso muy apasionadamente y me dijo: soy tuya, cuando quieras y donde quieras soy tuya, entonces le pedí salir al balcón donde podía vernos la gente. Salimos afuera y me puse detrás de ella y con mi mano le metí el dedo en su vagina llena aun de mi leche y comencé a moverlo fuerte y más fuerte, ella solo cerró los ojos y se dejo llevar, no había nadie afuera y seguí primero uno, dos, tres dedos, jugando con su clítoris y se mojaba cada vez más, mezclando su flujo con el resto de mi leche, se salía poco a poco de su sexo, hasta que ella se corrió brutalmente ...
Entonces le dije: no quiero que te limpies y espera a que tu marido venga y pídele que te lama la vagina ... ella se sonrió y me dijo hago lo que tú quieras…

Solo hice eso para ver hasta donde llegaba, y créeme que fue espectacular e increíble ... después de eso le hice muchas cosas en otros días. Estuve casi un año fallándomela en todos lados y de diferente formas...

Espero que les guste a todos!!! Será hasta la próxima...

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