Pues a mi me encanta, me flipa, que me lo coman y jueguen con él, sin embargo comerlo yo no es algo que me atraiga mucho sinceramente, lo cual no es muy recíproco. Y precisamente porque soy recíproco, pues nunca espero ni pido que me lo coman, pero las no demasiadas veces en que me lo han hecho, ha sido extraordinario, excitante, gratificante, y wow. A veces me he preguntado, y aprovecho para ponerlo aquí, ¿creen ustedes que el que quiera que se lo coman tiene que también estar dispuesto a comerlo?
Saludos a tod@s
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