Visita de Morgana al Club Fusión Vip (Madrid) - Octubre de 2011 - Parte 2 Nos cogemos de la mano, y subimos la escalera hacia la zona de la barra blanca (ahí sí que sentí algún gusanillo en el estómago). Y de repente, me doy cuenta de que todo el mundo me mira (era una de las pocas, por no decir la única, que estaba en ropa interior y tacones)... Me gusta esa sensación, la de 50 miradas sobre mi cuerpo. hombres y mujeres, unos con deseo, otras con admiración... alguna que otra sonrisa.
Le digo a mi acompañante que se siente en uno de los sofás, que quiero bailar para él. Me siento hermosa, deseada... Me siento fantásticamente. Él me mira con deseo, como si nunca me hubiera visto en ropa interior... Una chica rubia y su pareja, se sientan a nuestro lado (ella lleva casi toda la noche buscándome con la mirada, sonriéndome... ) Es bonita, y tiene una mirada limpia (esto me lo cuentan, porque jamás cruzamos nuestros ojos)... Me dicen que de vez en cuando sonreía a mi acompañante, y le hacía ver que estaba viendo algo maravilloso... Pero no se atrevió a hablarnos.
Allí estaba yo, al lado del sofá, de pie... Mirándolo a él, diciéndole con mi sonrisa que todo estaba bien, que me sentía bien... Bailaba para él. suavemente, moviendo las caderas... dejando que me acariciara, que me tocara por todas partes... Escuchaba los murmullos de la gente, cómo hablaban de esa que bailaba... Notaba las miradas en mi espalda. De vez en cuando me daba la vuelta, quería mirarlos a los ojos... Me sentía una verdadera diosa.
Luego me senté encima de él, abrí las piernas todo lo que pude... para que me sintiera bien. Él me agarraba el culo, las caderas, y apretaba... Yo seguía moviéndome, más y más... Él ya estaba muy duro, lo notaba a través de las braguitas... Y yo estaba muy mojada.
Decidimos que era el momento, queríamos pasar a la zona de las camas... Y allí nos fuimos. Entramos a la zona de piscina, y buscamos nuestro rincón. Lo encontramos fácil, justo al lado de la puerta, nos separaban unos barrotes de metal del pasillo de entrada... Cuero blanco para las camas, cojines negros... La música, el murmullo de la gente... los gemidos, el chapoteo en el agua... La verdad es que el ambiente "invitaba"...
Allí nos acomodamos, al lado de una pareja que ya estaba haciendo de las suyas. Ella estaba sentada encima de él, y se hablaban en voz baja... ella subía y bajaba lentamente, entraba y salía... Escuché parte de su conversación. Ella le decía que se sentía bien, que no estaba nerviosa (con lo cual deduje que era su primera vez, como yo)... Ella mientras hablaba, gemía... y se ve que eso le ponía a él, porque aceleraba el ritmo. Mientras mi acompañante y yo nos sobábamos el cuerpo, sin desnudarnos... ella se quedó quieta sobre él, y él, le agarró las nalgas y empezó a entrar y salir con bastante ritmo... Ella tuvo un orgasmo bastante sonoro. Se lo estaban pasando muy bien...
Me pongo a cuatro patas y empiezo a comer a mi chico... De repente una pareja de peruanos, que ya había visto arriba, se sientan por debajo de nosotros... Ella empieza a acariciarme los hombros, las piernas... Una caricia muy delicada, sensual. Yo se lo digo a mi chico... Y él me recomienda: Si no quieres nada, símplemente no le respondas a las caricias... ella lo entenderá. Y así fue. Delicadamente, tal y como había llegado, aquella morena pequeñita, pero con una cara preciosa... se alejó con su pareja... Y se pusieron a follar por allá de la otra pareja que nos acompañaba.
Su lugar lo ocupó otra pareja. Morenos, altos, cuerpazos... ella con el pelo hasta la cintura. Y me volvió a pasar... Ella, mientras su chico se la metía desde atrás, me tocaba... Esta era algo más osada. El culo, cerca de mi sexo... Yo seguí el consejo y sólo cambié de postura. También, muy delicadamente, la chica dejó de tocarme, y se centró en la pareja que estaba a nuestro lado. La chica seguía sentada encima de su chico, seguían moviéndose... Esta segunda chica, hizo la misma maniobra con ella... Le tocaba los hombros, los pechos... Pero en esa ocasión, la chica le correspondía un poco... en una de mis miradas furtivas, ví a las chicas dándose un beso... Aunque luego tuvieron una pequeña conversación. La primera le dijo a la segunda que no quería seguir, y la morena de pelo largo, se fue hacia su pareja y elegantemente se levantaron, con una sonrisa... a buscar nuevos horizontes.
Y allí estábamos, en muy poco espacio... tres parejas follando a la vez, pero cada una a lo suyo. Nosotros estábamos muy cerca de la primera pareja... Yo seguía comiéndo a mi chico, haciéndole un trabajo manual... yo mientras me tocaba para él. Yo metida en faena, ni me había dado cuenta de que la primera pareja habían cambiado de postura... ella se la comía a él, que estaba tendido boca arriba... De repente, en uno de mis gemidos, el chico me mira directamente a los ojos, y a mí me dio de todo por el cuerpo... Me encantaba que aquel chico desconocido me mirase mientras disfrutaba, y a él le gustaba igual que a mí, porque seguía mirándome, cada vez más... La sensación era genial, mucho morbo... Mi chico se dio cuenta, y me hizo cambiar de postura... Me puso a 4 patas, mirando hacia el chico... Y empezó a penetrarme desde atrás. Ufff aquello sí que fue el subidón!!! Yo a la misma vez me tocaba... El chico me miraba cada vez más absorto, y yo a él... mientras su chica se la estaba comiendo.
De repente, su chica se da cuenta de que me miraba mucho... y deja de comérsela. Se acuesta a su lado, muy molesta... (nosotros a lo nuestro)... Fueron 2 orgasmos fantásticos... Mientras me relajaba volviendo a comer a mi chico, la otra pareja andaba medio a la gresca. Ella se alejó lo más posible de nuestros juegos, y su chico intentaba calmarla… Se acercó hasta ella, y se acostó con la cabeza en su vientre, pero mirando hacia nosotros, que seguíamos comiéndonos el uno al otro.
De repente, escucho: ¿Pero vas a seguir mirándola?... ¿Vas a seguir?... Supuse que a la chica no le había hecho nada de gracia el juego de miradas que nos tuvimos su chico y yo… Allí estaban, apartados, casi sin hablarse…
A todas estas, yo me lo estaba pasando realmente bien. Mi acompañante se estaba portando como un verdadero caballero conmigo. Pendiente de mí en todo momento, haciendo que me sintiera una reina: deseada, adorada… Y haciendo que me sintiera muy sexy.
Seguíamos jugando tan absortos, cuando de repente, alguien mete la cabeza entre los barrotes y nos da un susto de muerte. Era un chico… No pude verle bien las facciones (ojalá lo hubiera hecho), así que no le dimos mayor importancia. Unos minutos más tarde, aparece una pareja, y pide permiso a “los enfadados”, para colocarse a nuestro lado. Ellos en la cama alta, y nosotros en la de abajo…
Él se echa boca arriba y su pareja empieza a comérsela… yo escuchaba los gemidos del chico, y me gustaba. Mi brazo quedaba relativamente cerca de él. No distingo bien su cara, las luces no son muy altas, pero sé que tiene buen cuerpo. De repente, noto su caricia en mi hombro, en el brazo… En principio no sabía cómo reaccionar, pero mi mano se movió sola. Le acaricié. Le correspondí, al mismo tiempo que yo estaba sentada encima de mi acompañante, subiendo y bajando lentamente…
El juego de caricias entre él y yo apenas duró un par de minutos, ya que él, sobre la marcha, se acerca a mi oído y me pregunta:
¿Me pongo un condón y te follo?... Siempre pensé que ese momento, en el que se me abriera la posibilidad de estar con dos chicos a la vez iba a ser un poco traumático, que me sentiría muy, muy nerviosa. Pero no fue así. Me sentí como si aquella pregunta fuera la más normal del mundo.
Antes de contestarle, me agacho y le susurro a mi chico lo que me había preguntado. Y él sólo me dijo: Si tú estás bien, yo también… Sólo quiero que tú disfrutes. Así que me incorporé, todavía con la polla de mi chico dentro… y le dije que sí. Aquí comenzó la parte menos agradable de mi primer trío…
Continuará...
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