DEUDA ODIOSA, PRÉSTAMOS ODIOSOS, DEUDA ILEGÍTIMA:
El concepto de "deuda odiosa" es un término legal que se utiliza en el derecho internacional desde el siglo XIX y que fue formalizado en 1927 por profesor de derecho que había sido antes ministro.
Se trata de un préstamo que pide un poder (presidente, rey, dictador, primer ministro, etc.) con el fin de fortalecer su régimen, para reprimir a la población disminuyendo sus derechos o simplemente contra los intereses generales de ésta.
Si los ciudadanos se muestran en contra del préstamo y se puede probar que la gestión de éste les ha perjudicado, entonces la deuda se convierte en personal, únicamente de las personas en el poder (presidente, parlamento, ministros, rey, dictador, etc.) que la han contratado y cae en el momento en que esta persona o personas dejan de estar en el poder. Es decir, que si se echa (o dimiten) al presidente, parlamento, ministros, etc. que han contraido esta deuda, el país pierde la obligación de pagarla: la deuda desaparece por completo y los bancos o países prestantes se la comen con patatas.
Esto puede ser así porque se considera que los que prestan el dinero conocen cómo se está emleando (boletines oficiales públicos, prensa, etc.) y por ello se les considera cómplices. El término legal que se emplea es que cometen un acto hostil respecto a la población, lo que les retira totalmente el derecho de reclamar el dinero prestado en el momento en que hay un cambio de gobierno.
No sólo el concepto teórico no es nuevo sino que se viene aplicando por países europeos y de todo el mundo desde el siglo XIX y a lo largo de todo el XX y el XXI. Por ejemplo Francia consideró odiosa la deuda de Madagascar en 1878; o en 1897 muchos países consideraron odiosa o ilegítima la de Cuba, para apoyar a su pueblo; etc. Un ejemplo reciente son los sesenta y cinco millones de euros de deuda que Noruega consideró odiosa para con países como Egipto, Ecuador, Jamaica, Perú y Sierra Leona.
Organizaciones como ATTAC y partidos políticos como IU e ICV en España, el Frente de Izquierdas en Francia, etc. están tramitando esto desde hace meses para Grecia también. Hablando con ellos personalmente (los políticos de estos tres partidos por lo menos responden directamente por twitter, por ejemplo) y según lo que publican en internet (pero curiosamente no sale en los medios comprados por los banqueros) las negociaciones están muy avanzadas y van bien, no se incumple ninguna condición y se puede conseguir muy pronto.
Otra definición: Una deuda "odiosa" es aquella que ha estado contraida sin el consentimiento expreso o contra la voluntad de la población ciudadana, y el dinero de la cual se ha malgastado en actividades contrarias al interés ciudadano (esto incluye abolición de derechos sociales, privatizaciones, recapitalizaciones de empresas o bancas privadas, etc.). Cuando se da esto, si los que han prestado el dinero (bancas, brokers, accionistas, gobiernos de otros países, etc.) estaban al corriente de la situación, es decir, que conocen como se está utilizando ese dinero por parte de la persona que ha pedido el préstamo(presidente o primer ministro de un Estado, rey, emperador, dictador, general, etc.), entonces los que han prestado el dinero pierden todo el derecho a recuperarlo (ni un solo euro ni dólar, ni ningún interés, nada de nada) en el momento en que se cambia de gobierno (no hace falta que se cambie de sistema, basta que cambie el dictador, general, presidente, etc.).
GRECIA CUMPLE TODOS LOS REQUISITOS DE "DEUDA ODIOSA". LO RECONOCEN ORGANIZACIONES INTERNACIONALES. SE ESTÁ TRAMITANDO FRENTE A LAS INSTANCIAS INTERNACIONALES COMPETENTES.
SI LOS TRÁMITES LLEGAN A SU FIN, ¡¡¡ BASTARÁ CON QUITAR A PAPANDREU Y AL GOBIERNO ACTUAL GRIEGO PARA QUE GRECIA NO TENGA QUE PAGAR UN SOLO EURO DE DEUDA !!!, QUE PASARÁ A SER NULA.
En cambio, si se hace un referendum y los ciudadanos vota a favor, se dejará de cumplir la condición "sin el consentimiento de la población", con lo que la deuda dejará de ser odiosa y los griegos tendrán que pagar de su bolsillo todo el dinero que Papandreu ha prometido a los banqueros.
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