Buenas tardes
Curioso "ejercicio", como tú lo llamas, el que planteas consolador: alguién que se enamora del sexo opuesto pero sus relaciones sexuales son con personas del mismo sexo
Yo me pregunto al respecto; ¿qué más da en realidad? La cuestión y el fin es estar y sentirse a gusto cada cual consigo mismo, sin joder a nadie ni permitiendo que se nos joda.
En mi humilde opinión creo que si dejásemos de lado todo el tema de etiquecarnos por todo, esa necesidad incansable de tener que pertecer o encajar en el tan complicado puzle que significa Ser y, por ende, en el tema afectivo sexual, seriamos mucho más felices y viviríamos mejor, libres de prejuicios y discriminaciones.
Coincido con lo que se ha planteado que todo este tinglado lleva muchísimos años, demasiados, grabado a fuego en nuestra cultura y sociedad, fruto del patriarcado y soberania machista, reforzada por las distintas religiones, ya no sólo la cristiana, sino otras más también.
Particularmente soy una mujer, una persona, anti etiquetas, aunque soy consciente de que a veces son necesarias para poder definir y visibilizar las distintas realides en este sentido, pero creo que últiamente se ha desvirtuado el tema a tener que ponerle nombre a todo y nos alejamos de la esencia, bajo mi punto de vista, de lo que significa Ser; Ser Persona, Ser Humano, Ser Cada Cual como Es, sin tener que buscarle un por que a todo.
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