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| 18/10/2011 14:48 | 642 veces vista
La palabra Swinger se deriva del verbo inglés “to swing” que significa balance, libertad de movimiento, oscilación… Swinger pues, es aquella persona con amplio criterio, casada o soltera, que decide ejercer su libertad de acción en lo que respecta a su vida sexual. Esto incluye el intercambio de pareja, la práctica de sexo en grupos de tres personas o más y todas las variaciones que puedan surgir con ello, dependiendo de las preferencias personales.
Según NASCA (North American Swing Clubs Association), el Swinger es un encuentro social y sexual con alguien que no es su enamorado, novio o novia, muy diferente de la tradicional relación de pareja de uno a uno y donde el objetivo principal es el sexo recreacional. Puede definirse como sexo social recreativo.
La actividad puede ocurrir en una fiesta Swinger, en un encuentro de pareja a pareja o con una tercera persona en un trío. Sin embargo aunque los hombres y las mujeres solas también están incluidos, es principalmente una actividad de parejas.
De acuerdo con Tony Lanzaratta, el director ejecutivo de NASCA, “Swinger es un estilo de vida donde no existe la inhibición sexual, donde las parejas son emocionalmente monógamas pero se interrelacionan sexualmente con otras parejas”
¿Quiénes son los swingers?
Las personas que practican el Swinger vienen de todos los niveles económicos. Todas las profesiones, todas las razas y todas las nacionalidades están representadas dentro de esta actividad, aunque la mayoría viene de la clase económica media y superior y además es casada. Los Swingers, casados y solteros, tienden a ser aventureros, emocionalmente maduros, y tienen relaciones excelentes con sus compañeros y amigos. Las personas solas también están inmersas dentro del Swinger, pero no en la cantidad que lo están las parejas. Muchas mujeres solas se han unido a Clubes Swinger, encontrando allí una alternativa refrescante a la escena de la barra tradicional.
De acuerdo con datos de NASCA, la población de Swingers -estimada en más de 4 millones de personas- va en aumento. NASCA afirma que en cada reunión, del total de asistentes, un 20 por ciento son primerizos.
Las parejas en el Swinger
El Swinger es “el juego” para las parejas ya sea que ellos estén casados, comprometidos (teniendo un compromiso emocional continuado), viviendo juntos (cohabitando, con o sin una relación íntima continua) o parejas de solos que se encuentran recién. Un estudio de las parejas Swingers (McGinley, 1979) informó de un aumento del goce y la satisfacción en la relación acompañadas de un entendiendo mejor del ego propio y del compañero y una mayor intimidad entre la pareja.
El Swinger le permite a una pareja que explore sentimientos sexuales y sociales y necesidades juntos, permitiendo una desmitificación del sexo colocándolo en un nivel diferente a las reglas corrientes del amor, el deber, el rol sexual y la moral de los demás.
Las mujeres en el Swinger
No es ninguna novedad decir que el papel de las mujeres en nuestra sociedad ha cambiado enormemente durante las últimas décadas. El humanismo y los movimientos feministas también han tenido un gran impacto en la sexualidad. El número de mujeres que practican el Swinger durante los últimos años es notable.
Ser abiertamente uno mismo sin miedo de parecer antifemenina es una experiencia deleitable para una mujer y una experiencia bienvenida para el hombre. El Swinger proporciona el ambiente para alterar el rol sexual de ambos sexos, permitiéndoles a los hombres y mujeres participar con otras personas en una singular experiencia humana.
Los hombres en el Swinger
Casado, en una relación o solo, la actividad Swinger puede ser una experiencia maravillosa para un hombre. Y no es sorprendente que la mayoría de las mujeres que están en esta actividad hayan entrado a este estilo de vida empujadas por un hombre en su vida. Tampoco sorprendería que muchos hombres se meterían a esto si pudieran hacerlo solos. Sólo los detiene el temor por su matrimonio, o si son solos, su incapacidad para encontrar a una mujer para compañera Swinger. Por supuesto que los sentimientos de culpa sobre el sexo y el placer, y los roles sexuales, también frenan a los hombres para entrar al Swinger.
Los hombres no son el “macho”, siempre listo y con gran seguridad de la ficción. Ellos son tan humanos como sus colegas hembras. Ellos experimentan soledad y miedo al rechazo. Un hombre, en tren de convencimiento a su esposa que probara el Swinger, puede experimentar celos inesperados y un sentimiento de pérdida cuando ella camina de mano en mano, parcialmente desnuda y evidentemente excitada, hacia una alcoba con otro hombre. Él había fantaseado acerca de participar en el Swinger pero no había comprendido la realidad de su esposa o compañera Swinger. Así como para las mujeres, la experiencia Swinger puede ser de crecimiento para un hombre. Ésta cambia para siempre los conceptos tradicionales de la relación hombre-mujer con otros de índole totalmente sexuales. A través del Swinger, un hombre puede experimentar un insospechado mundo de placer.
El acto sexual en el Swinger
La actividad sexual dentro el Swinger es variada. Sin embargo, rara vez está centrada en el orgasmo, sino en los varios actos placenteros que conducen a él. Una vez en la cama, los participantes generalmente empezarán con besar y acariciar los cuerpos de los otros. Los pezones, tanto del hombre como de la mujer son lugares favoritos para acariciar, chupar y mordisquear, seguido de los besos y lamidas en el área genital y posteriormente los genitales mismos. El sexo oral y el “sesenta y nueve” son muy populares. Cualquier compañero puede masturbar al otro y los vibradores también pueden ser empleados, especialmente cuando se practica sexo en grupo. El sexo anal es muy popular entre algunos Swingers y el bisexualismo es muy común, principalmente en las mujeres.
¿El Swinger es natural?
Steve Mason afirma que la naturaleza humana va en contra de la monogamia. Para él, los hombres y las mujeres están hechos biológicamente para convivir sólo durante tres años, mientras se procrea y asegura la supervivencia de los críos. Luego el hombre buscará nuevas hembras que inseminar y las mujeres machos fuertes que aseguren una especie sana.
Aún cuando parezca una idea peculiar, no es tan novedosa. Existen varios antropólogos que han sustentado esta tesis basados en ejemplos como el que ofrece una comunidad encontrada en la selva Amazónica. Allí, las mujeres son las que heredan las tierras y sus apellidos son los que marcan el linaje de su familia. ¿Y los hombres? Son nómadas, hoy comerciantes, que sólo están de paso para procrear.