Se me ha ocurrido llamar está párrafada, tú visita a un club. Intentaré que desde mi móvil queda redactar lo suficientemente bien para que se me pueda por lo menos captar la idea. Siempre he pensado que cuando queremos visitar un club swingers, hay que ir preparado, tanto mentalmente como logísticamente. En lo referente a lo de mentalmente, hay que ir con una actitud correcta, en lo referente a lo que vas a ver y como vas a actuar. Nos podemos encontrar con un grupo de gente, con una actitud de pasarlo muy bien y divertirse en general. Se está de fiesta, por lo tanto, hay que disfrutar del momento, teniendo claro que por estar en un club, no todo es sexo. Se te pueden acercar tanto chicos como chicas, sean solos o parte de una pareja, simplemente por querer animarse o animarte, sin mayor pretensión. Una manera adecuada de actuar, es seguir el luego, hasta que tú o la otra persona, pone un hasta aquí hemos llegado. Si tú actitud es correcta, no te sentirás frustrado, ya que de una manera u otra, te lo pasas bien. En los club swingers, las parejas suelen tenerlo muy claro y saben que a estos sitios se va a vivir ese momento, no hay cabida para celos o situaciones que pueden molestar, pero eso no quiere decir que se permita faltas de respeto. Un NO es un NO. Las chicas solas suelen estar también por estos lares y lo están porque ellas quieren, por lo tanto, no están buscando ningún novio salvador, que las lleve al cielo y las saque de ese mundillo del vicio. No conozco a nadie que por si sólo pueda crear un ambiente de grupo, tenga todo lo de una mujer y un hombre a la vez. Este sería un ser increíble, pero de momento, aunque ha habido varios intentos felinos, yo no lo conozco.
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