A veces soy muy serio y otras tantas extrovertido, amo la vida apasionadamente, doy todo mi corazón, exageradamente complice, con una necesidad de sentirme amado, apreciado, valorado, pero también con la necesidad de apreciar, valorar y admirar a quien amo. Se que no puedo amar poco, me derrumba cada ruptura, aunque maltrecho sigo en el mundo. Coincido que aún sabiendo lo difícil que es amar, sigo creyendo en el amor, porque siempre tengo esperanza.